En 1906, durante la cuarta edición del Tour, una etapa terminó en Baiona y se vivió un antecedente de la marea naranja, un tumulto de aficionados que jaleaban a un ciclista local. No a un vasco, sino a un gascón de Peyrehorade, muy cerca de ... Baiona. Jean-Baptiste Dortignacq, segundo y tercero en los Tours de 1904 y 1905, ciclista veloz en verano y castrador de cerdos en invierno, llegó escapado con Trousselier al control de paso de Peyrehorade, su propio pueblo. «La muchedumbre rompió las barreras, se precipitó para abrazar a su ídolo y lo llevó en volandas hasta la mesa de firmas», contó el diario L'Auto. «Dortignacq braceó para librarse de sus seguidores, firmó, le pusieron una magnífica banda de honor, se la quitó como pudo y siguió pedaleando». En Baiona, Trousselier batió al sprint a Dortignacq. Pero lo relegaron porque a falta de trece kilómetros había cambiado su bici pinchada por la de un espectador. Así que el castrador Dortignacq fue el primer vencedor de etapa en tierras vascas.

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La etapa siguiente pasó por Irun. El ofendido Trousselier buscó a Dortignacq en plena marcha, lo insultó a gritos y lo retó a una pelea. Los dos ciclistas se apearon, el pelotón se detuvo para asistir al espectáculo y Trousselier tumbó a Dortignacq de un puñetazo. Luego aprovechó el estupor del pelotón y su adrenalina para escaparse y ganó en Burdeos con una hora de ventaja sobre su más encarnizado perseguidor: el propio Dortignacq, claro.

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