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El diseñador Toni Sorell nos adentra en la jungla con la promesa de grandes emociones: «Podríamos encontrarnos con ingleses borrachos peleándose, copulando en plena calle, saltando de los balcones, incluso podrían mordernos si han tomado la droga caníbal». En octubre, sin embargo, casi todos los ... miembros de esa especie han migrado a sus brumosas islas boreales y han dejado Magaluf, capital mallorquina del desmadre, como un remanso de playas para jubilados. Solo dos cincuentones en bermudas berrean a nuestro paso, marcando territorio sin mucha convicción. Salen cocidos del pub Britannia. En la fachada brillan las letras 'tannia' con neones rojos. Las letras 'Pub Bri' están apagadas quizá para siempre. «Los neones desaparecen», explica Sorell. «Se jubilan los técnicos que saben recargar el gas y ahora todo es led».

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diariovasco Magaluf