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Asaltar, ¿para qué?

Asaltar, ¿para qué?

El espejismo consiste en pensar que con el cambio organizativo Unidas Podemos pasa a ser un partido de izquierda más. Y que será un aliado leal de Sánchez

Martes, 10 de marzo 2020, 07:09

Los comentarios ante la III Asamblea de Podemos han subrayado la importancia de los cambios que van a afectar a la organización, convirtiendo lo que ... era un movimiento de masas participativo en un partido rígidamente jerarquizado bajo la autoridad de su líder. Esto en gran medida es cierto: ya en el Gobierno, Pablo Iglesias no está dispuesto a tolerar la repetición del debate político interno que fue la seña de identidad de Vistalegre II. Desde este punto de vista, se trata de un reajuste significativo, y no porque hasta ahora Iglesias hubiese renunciado en momento alguno a su concepción personalista del poder, haciendo concesiones a las palabras que hicieron atractivo a Podemos. La aparente democracia directa, que permitía la decisión de las bases mediante consultas vinculantes, resultó alterada desde su primera puesta en práctica. Era el líder de Podemos quien formulaba las preguntas y no se abría espacio para soluciones alternativas, ni para que nadie cuestionase la propuesta. Pero tienen valor como agente de integración para los militantes, que así hacen suyas las decisiones, y de cara a la galería. Y te quitas el debate en órganos superiores. Pedro Sánchez lo imita.

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