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Este artículo es un clásico del verano, como cuando Ana Obregón posaba metiendo tripa jugueteando con las olas en las playas de Mallorca. Qué tiempo tan feliz. Éramos tan jóvenes. Ahora, hasta los niños han perdido la inocencia. Cada agosto vuelvo buscando ese bucólico remanso ... de paz que me haga olvidar a Puigdemont, la senda de déficit y el techo de gasto. Siempre estará ahí la belleza salvaje de sierra Andía coronada por la mole de Berian. Lizarraga, tu nombre me sabe a hierba cuando salgo a coger moras con mi family (todo mujeres incluida Dora, la perrita de mi hermana) Es genial tener un pueblo al que volver y una casa antigua habitada de memorias y recuerdos.

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diariovasco Lizarraga