En la parada del autobús. Aquella señora le comentaba a su amiga que ella dedicaba una hora a desayunar y leer el periódico. Sobre el ... desayuno, nada que objetar, muy de dieta mediterránea con su pan tostado con aceite, su café con leche, su fruta y su queso fresco. Lo del periódico ya era otro cantar: empezaba por detrás (por ahora íbamos bien), llegaba a Cultura (eso lo dicen todos pero pocos se la leen de arriba a abajo). Se saltaba los deportes (muy propio de la gente que posa de intelectual fetén e ignora que la crónica de un partido rezuma sociología y filosofía). Se apalancaba en Local (¡ay chica, qué cierran la tienda X!) y no llegaba ni loca a Política. Sería por eso que cuando su paciente amiga le citó a Elon Musk no le conocía ni tampoco tenía muy claro que Milei fuera Milei.

Publicidad

Sería la misma señora que en la radio respondió que a los menores apilados en Canarias hay que devolverlos a sus casas. Como si en este mundo todos tuvieran casa, periódico y pan con aceite.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete los 2 primeros meses gratis

Publicidad