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La campaña permanente

La campaña permanente

Cuando más se adentran las actitudes electorales en el proceso legislativo más se debilita el respeto por el adversario y más improbables son los acuerdos entre competidores

DANIEL INNERARITY

Lunes, 4 de marzo 2019, 07:46

Encaramos un año lleno de convocatorias electorales. Que haya, de momento, dos campañas y cuatro niveles de gobierno y representación que se renuevan puede darnos ... a entender que se trata de un año excepcional, cuando de hecho la regla es la contraria: hace tiempo que en todas las democracias la lógica de las campañas lo ha invadido todo, haya elecciones inmediatas o no. Tampoco me refiero al hecho de que hayan tenido que repetirse algunas elecciones y que nada nos asegura que no pueda volver a producirse. Incluso los años sin convocatoria electoral son tiempos de campaña. Debería preocuparnos que las campañas, su estilo competitivo, a veces irresponsable y afectado, ocupe un lugar excesivo en la democracia. Quienes gobiernan y quienes están en la oposición lo hacen como si estuvieran en campaña, al igual que los medios de comunicación, que nos informan principalmente de aquellos asuntos de proceso político que tienen mas que ver con la lógica de las campañas electorales, su antagonismo y combate, sobre lo espectacular y competitivo, pero apenas sobre las acciones del gobierno y mucho menos sobre los acuerdos, que suscitan menor atención pública que los conflictos. La ciudadanía termina por creer que no hay nadie gobernando y que los acuerdos políticos no existen.

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