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EL OFICIO DE VIVIR ·
¿Qué cabía esperar del autor de un libro titulado 'Piensa en grande y patea culos en los negocios y la vida?Secciones
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¿Qué cabía esperar del autor de un libro titulado 'Piensa en grande y patea culos en los negocios y la vida?Apoco de ocupar Trump la Casa Blanca, hace cuatro años, hubo aquí quien salió en su defensa contra los que le repudiaban por insolente y mentiroso: «A esos que tanto les preocupa 'la verdad', les daré una verdad objetiva: desde que Trump es presidente las ... Bolsas están en alza. ¿Quién puede rebatir esto?». Un político que argumenta que los índices del 'casino' bursátil son la última palabra en ética democrática demuestra tener una visión de la realidad a escala Playmobil: siendo este el caso de Miguel Ángel Rodríguez, ministro de Aznar y hoy marionetista en ejercicio con mando sobre Isabel Díaz Ayuso, presidenta madrileña.
En los números disponemos, sí, de un imprescindible aliado para el conocimiento que nos permite formular preguntas y anticipar respuestas. Durante esta larga crisis sanitaria lo estamos viendo: los guarismos dibujan tendencias, marcan avances o retrocesos, orientan decisiones; sin los indicadores estadísticos todo sería muchísimo más difícil. Dicho esto, a veces se olvida que, igual que una pieza literaria profunda y bien escrita arroja luz sobre la vida pero no es la vida, tampoco las cifras 'son' la realidad sino una representación de la misma, una foto en Excel. Pues en sí mismos los números no tienen opiniones, pero sirven de apoyo a cálculos y previsiones conforme a modelos y categorías preestablecidas.
De otra parte, la realidad humana, por su riqueza, se manifiesta en aspectos quizá menos directos y expresivos que los contables, pero ilustrativos sobre nuestro valor íntimo. De ello se percata el agudísimo principito de Saint-Exupéry en un conocido pasaje: «A los mayores les gustan las cifras. Cuando se les habla de un nuevo amigo, jamás preguntan sobre lo esencial del mismo. Nunca se les ocurre preguntar: '¿Qué tono tiene su voz? ¿Qué juegos prefiere? ¿Le gusta coleccionar mariposas?'. Pero en cambio preguntan: '¿Qué edad tiene? ¿Cuántos hermanos? ¿Cuánto pesa? ¿Cuánto gana su padre?'».
Si cuando Trump se postuló para presidente, en vez de interesarse por cuántos rascacielos poseía y qué posición ocupaba en la lista Forbes, a sus electores les hubiera preocupado conocer su relación con el género femenino o sus aficiones artísticas, qué valor atribuía a la naturaleza o qué siente ante el llanto de un niño pobre, si eso hubiera ocurrido... bueno, entonces viviríamos en un mundo sin duda mucho mejor. Porque, en fin, ¿qué cabía esperar de quien fue autor de un libro titulado 'Piensa en grande y patea culos en los negocios y la vida'?
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