Bombas para la paz en Ucrania

Sería deseable que las delegaciones de Ucrania y Rusia aprovechen las conversaciones abiertas en Riad para sentarse cara a cara a avanzar en el tortuoso ... camino hacia la paz. Pero la persistencia de los ataques entre ambos países complica esa senda, minada por los bombardeos de Vladímir Putin sobre zonas residenciales ucranianas. La tregua de 30 días es aún un objetivo lejano en plenas hostilidades, a pesar de que EE UU actúa de apagafuegos en la capital saudí. Delicada tarea para la que Donald Trump no parece la opción más fiable, pero hoy sí la única posible por la debilidad de Europa. En una negociación a tres bandas, el equipo enviado por la Casa Blanca se reúne por separado con cada delegación para luego comunicar a la otra el fruto de las conversaciones. Moscú y Kiev llevan sin establecer un contacto directo desde 2022 y cualquier iniciativa en este sentido acercaría la posibilidad de alto el fuego, que además evitaría la volátil figura del correveidile entre los emisarios de Putin y Zelenski. Los esfuerzos se centran en un cese del asedio a instalaciones energéticas y en garantizar el comercio en el mar Negro. La población civil también debería ser una prioridad.