El escrutinio electoral en Groenlandia muestra un panorama político más distante respecto a Dinamarca, país de la Unión Europea que mantiene la soberanía sobre la ... inmensa isla. La victoria del independentismo moderado y gradualista de Demokraatit (29,9% de los votos), seguido del secesionismo más impaciente y dispuesto a entenderse con Estados Unidos de Naleraq (24,4%) para cortar amarras con Europa, obliga al partido más votado a buscar apoyos para gobernar un territorio de apenas 57.000 habitantes. La campaña ha estado ensombrecida por las reclamaciones anexionistas de Donald Trump, el mayor desafío al que se enfrentan la isla, Dinamarca y la UE. Parece lógico que los liberales de Demokraatit eludan un acuerdo postelectoral con los populistas de Naleraq. En su lugar, podrían ofrecer un gobierno de coalición a quienes salieron derrotados de las urnas tras administrar la autonomía: Inuit Ataqatigiit (21,4%) y Siumut (14,7%). Sería la forma de ofrecer la máxima estabilidad al territorio codiciado por Trump por sus recursos naturales. Groenlandia es Europa, y a partir de ahora necesitará toda la ayuda que pueda prestarle la Unión para frenar a EE UU.

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