La agresiva estrategia arancelaria anunciada a bombo y platillo por Donald Trump abre una nueva era comercial en el mundo. Una deriva que puede conllevar ... efectos negativos en la economía, en el empleo y, por lo tanto, en el bienestar de nuestra sociedad; una previsión que añade más incertidumbre al ya de por sí inestable contexto actual. En plena transición tecnológica, social y ambiental, justo cuando se cumplen cinco años de la pandemia, el terremoto geopolítico y económico sube en escala. El mundo parece volver a un estadio que considerábamos superado.
La situación volverá a exigirnos grandes dosis de determinación y audacia, para salvaguardar al máximo nuestra economía, la cohesión social y los valores comunitarios que nos caracterizan, frente al «sálvese quien pueda» que encarna Trump. La expresión en euskera 'Ogi gogorrari hagin zorrotza' adquiere más significado que nunca, ante la magnitud de los desafíos globales a los que nos enfrentamos. Por ello, me gustaría incidir en tres principios que, como territorio, en mi opinión, nos deben guiar en ese cometido.
Más Europa. El lehendakari Imanol Pradales ha subrayado acertadamente que la respuesta ante las medidas arancelarias debe ser «firme, inteligente y proporcionada» por parte de Europa. Como diputada general de Gipuzkoa, me sumo al compromiso institucional de «defender la empresa vasca y el empleo vasco», activando las medidas necesarias de forma coordinada y junto con los sectores afectados, siempre de forma alineada con Europa.
El mundo parece volver a un estadio que considerábamos superado
Más industria. La industria guipuzcoana y vasca deben participar en el impulso a las capacidades industriales europeas. Porque, como país, queremos seguir contribuyendo al bienestar y al desarrollo de Europa, también en esto. Gipuzkoa es un territorio industrial competitivo, que apuesta claramente por la innovación y el talento de las personas. Un rasgo que confirma el último informe de la fundación Cotec, al situar a nuestro territorio a la cabeza en el porcentaje del empleo tecnológico (11,5% del total) en el conjunto del Estado. Debemos salvaguardar la competitividad de nuestra industria. Nos jugamos el futuro en ello.
La Diputación ha optado en la última década por combinar la gestión diaria con la ambición de anticiparnos al futuro, de posicionar a Gipuzkoa en los grandes desafíos de nuestro tiempo. Gracias a ese esfuerzo compartido, basado en la colaboración entre instituciones, agentes sociales y económicos, contamos con estrategias de referencia en sectores de futuro como pueden ser la ciberseguridad industrial, las tecnologías cuánticas, las biociencias, la economía circular y la movilidad sostenible, entre otras.
Con la puesta en marcha este mismo año del Centro Mubil de Movilidad Inteligente Sostenible y de la llegada del superordenador cuántico de IBM en el campus de Ibaeta, Gipuzkoa completará el despliegue de esta red de centros de referencia, que buscan generar más oportunidades, más colaboración, más conocimiento y más emprendimiento al servicio de nuestro futuro industrial.
Más colaboración. La reforma fiscal que se aprobará próximamente en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa es un buen ejemplo de cómo la colaboración y el acuerdo entre diferentes nos permite avanzar en desafíos sociales y económicos de calado como el acceso a la vivienda, la conciliación y la sostenibilidad de nuestras empresas, el apoyo a autónomos y microempresas. Frente a quienes enfocan las negociaciones como mero instrumento para alimentar relatos, el enorme esfuerzo realizado para llegar a un acuerdo con quien sí quería alcanzarlo, junto con las medidas acordadas, lanzan un mensaje muy positivo de entendimiento y de solidez del sistema institucional y fiscal del que nos hemos dotado como país.
La experiencia acumulada por la Diputación de Gipuzkoa en el ámbito de la gobernanza colaborativa en los últimos años nos demuestra que los desafíos y las transformaciones que afrontamos son tan exigentes que requieren de liderazgos compartidos, de flexibilidad, agilidad y superación de obstáculos para llegar a acuerdos y avanzar. Ese es también el camino para abordar este nuevo desafío que nos llega desde el otro lado del océano.
Gipuzkoa ha sido y es vanguardia, gracias al trabajo de una sociedad viva y dinámica, que se organiza y se compromete, que colabora a todos los niveles y que sabe llegar a acuerdos, anteponiendo los intereses de la comunidad a los particulares. Ante el terremoto con epicentro en Washington que se extiende en el mundo, estoy convencida de que seremos capaces, una vez más, de articular respuestas compartidas que protejan la competitividad de nuestra industria. En definitiva, de defender Gipuzkoa como territorio responsable que defiende su industria y sus empresas, como base para cuidar del bienestar presente y futuro de todas y todos los guipuzcoanos.
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