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El país de nunca jamás

Los libros que encontramos en la feria nos ayudan a subir las escaleras de la vida

Viernes, 2 de junio 2023, 06:55

Hace un par de años llegó al edificio una pareja joven con una niña preciosa de unos cinco años. En una ocasión, me encontré a la madre intentando convencer a su hija de que debía entrar al portal. Azorada, y nerviosa por los gritos de ... la niña, me explicó que venían de otra ciudad y que Carlota, que así se llamaba la pequeña, estaba llevando mal el traslado. Como llevo una abuela dentro y una contadora de historias en el bolsillo, me senté con ella en el descansillo y le hablé del hada que había habitado el edificio años atrás para dar sorpresas a los niños que vivían allí. Le expliqué que las escondía en los cuentos, pero que cuando mis hijos se hicieron mayores, ella se trasladó a vivir con otros niños. Le pregunté si le interesaría que hablara con ella para que también escondiera sorpresas en sus cuentos. Carlota asintió con esa concentración que solo posee la inocencia.

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