En los Juegos Paralímpicos de Tokio compiten varios deportistas con acondroplasia, trastorno genético causante del enanismo. Vamos conociendo algunas de sus historias. La nadadora Ellie Simmonds, portaestandarte de la delegación británica y ganadora de ocho medallas, estuvo a punto de abandonar la piscina por el ... maltrato que padeció. No menos llamativo es el caso del halterófilo francés Axel Bourlon, quien ha visto su carrera limitada por una falta de flexibilidad en los brazos pero es capaz de levantar 165 kg por encima de sus 140 cm. Son dos ejemplos que estos días cobran un relieve mediático que solo pálidamente les puede compensar por sus sacrificios, superaciones y también humillaciones.
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Tampoco han sido fáciles los trayectos vitales de los componentes del Bombero Torero, típica diversión popular que podemos emparentar con los graciosos de corte, profesionales de la diversión inmortalizados por el genial Velázquez. En aquellos días, era esa una manera de salir adelante para quienes por su físico tenían cerradas las puertas al ejército y a la Iglesia, y solo podían aspirar al matrimonio con alguien de su escala antropométrica y social.
Quisiéramos poder decir que esto ha cambiado, pero no parece tan claro. El aspecto físico es hoy determinante para obtener empleo, y aún se esgrimen prejuicios paternalistas para imponer la tutela moral sobre las personas de cuerpo arrecogido. Véase la reciente acometida de la Dirección General de Derechos de las Personas con Discapacidad contra los espectáculos cómico-taurinos a los que califica de 'indignos'. ¡Como si la dignidad del ser humano dependiera de su condición física! ¿Acaso tienen mayor 'dignidad' los programas de televisión donde por dinero tipos y tipas se exhiben como animalitos de un zoo degradante? Hay que cuidar la elección de palabras y conceptos.
Quienes sí han sabido utilizar el lenguaje han sido los propios artistas en su réplica al ministerio: «Hemos decidido ser cómicos, independientemente de nuestra estatura o nuestra condición. Es vejatorio que piensen que la gente se ríe DE nosotros cuando se ríen CON nosotros. El mundo nos pone muchas trabas y nosotros le ponemos buen humor. Estamos decididos a ganarnos el pan como mejor sabemos. Queremos poder elegir nuestro trabajo como hace cualquier persona y que eso no suponga una traba simplemente por nuestra condición física. Somos cómicos pero nuestro trabajo es serio. No nos utilicen». Pequeños, pero sin pelos en la lengua. Medalla de oro para ellos.
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