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Donde nace el viento

Agua

Somos el curso del agua que se perdió, el rastro húmedo que de la riada quedó y se salvó, como cuerpo que mengua, como sombra que crece

Sábado, 13 de mayo 2023, 07:13

Nuestras venas y arterias son como los canales que dividen Venecia. Hacen las veces de calles, avenidas acuosas, rutas líquidas, y, además, dignifican la imagen ... que el mundo tiene de la ciudad. Venecia, sin sus canales es, por poner un ejemplo, como París sin su torre Eiffel, Moscú, sin su Plaza Roja, Londres, sin su niebla (¡ah, eso era antes!), y Donostia, sin La Concha. Todos sabemos que una ciudad no se resume en uno de sus monumentos o rincones señalados en las guías turísticas. Pero en esta época de viajes rápidos y estancias cortas, en general, el tiempo es una quimera. La prisa excesiva, el correr, antes que el ir, de un lugar emblemático a otro, demorándose lo menos posible, sin poder aferrarse al momento único e irrepetible, ese que verdaderamente cuenta, porque es el que será recordado, es una de las señas de la civilización actual, por llamarla de algún modo. Pasear por una ciudad no es pasar por una ciudad, como ver a una persona no es conocer a una persona, ni narrar una historia es contar una historia.

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