![Iconos festivos](https://s3.ppllstatics.com/diariovasco/www/multimedia/202112/21/media/cortadas/70075924-kInH-U1603200825974K-1248x770@Diario%20Vasco.jpg)
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A pesar de su fabulosa imaginación, está visto que no la tuvo tanta ni el mismísimo Sax Rohmer, creador de aquel personaje de Fu Manchú ... de cuyos delirios persecutorios hacia la civilización occidental y de cuyas aventuras y más bien desventuras contando con un profuso ejército tanto de dakois como de guapas señoritas de acreditada prez asesina, fuimos testigos cómo operaba gracias a aquellas películas que domingo tras domingo se nos proyectaban en el viejo Kursaal, de incomparable recuerdo éste allá por los años 40.
Y traigo a colación este recuerdo de juventud porque, al igual que Fu Manchú, también este bicharraco que se ha abatido amedrentador sobre el mapa mundial haciéndonos temerlo tanto, se gestó también en China y, como buen surfista nos está atacando ola tras ola que son tsunamis (que ya se le contabilizan hasta seis y los que faltan por venir que esto lleva trazas de nunca acabar, y, en períodos de fiestas como los actuales, su mordedura se hace más ostensible por temor a que pretenda eliminar de nuestro costumbrismo los más cualificados iconos.
Como, por ejemplo, a un tal Olentzero, personaje caricaturesco remedo de carbonero borrachín y 'tripaundi', que procedente de las montañas se erige como mensajero del nacimiento del hijo de Dios. Que trátase de un icono que ha sufrido una serie de transformaciones desde una de sus primeras apariciones como lo fue de cuando vestido con su clásica blusa de ikazle, pantalones bulbosos para unas piernas elefantiásicas, calcetines de 'artilla' calurosa y de notable bulto sin remedio y para ser llevado casi en silla gestatoria por una serie de chicazos y chicazas a través de caseríos de todo el valle, la pipa curiosamente tan de su propiedad y es de ensimismamiento tan glotón de humo que se enrosca en hipos cuasioxigenados, es decir, de canuto de arcilla que hace entrechocar cemento dental contra piedra alabastrina le es también tan propio, que si lo quisiéramos desde otra mutación suya, más o menos genética también, lo acepta, como cuando su canción se entona por la pregunta al pescador noctámbulo de la erreka de la Zurriola ('Olentzero begi gorri, nun arrapatu duk arrai ori'?) tegumentos de personalidad tan variados que sus sones pudieran dispersarse a manera de cardumen de sílabas y de palabras.
Pero, a todo esto, ¿dónde estaba Mari Domingi, la inencontrable novia del gran solterón) Que, puestos a encontrar un acercamiento entre ellos, exigiría remover calados múltiples de muy variados temas explicables solamente en base a estudios de la caracteriología en la que ha navegado siempre en el costumbrismo vasco la imagen del 'mutilzarra' tan frecuente en ciertas épocas, quizás en parecidas glosas como las vividas por las 'neskazarras' aunque, según el sentir opaco de la mentalidad societaria, de mayor culpabilidad en el caso de él que en el de ella, por aquello de que, aunque fuese una equivocación mayúscula, aparentemente al menos, a la femineidad se la consideraba, muy antes que esta suposición ha variado para ahora muy mucho, como protegida por el incongruo don de la pasividad mientras que los varones tenían que lidiar sus actos con los apelativos tan próximos a la roñoseria, el egoísmo y otros 'ismos' de parecido jaez y de variadísima mixtura.
Otro icono de cómo Santo Tomás se transmutó en donostiarra es de cómo la ciudad se hace integradora de dos mundos tan cercanos aunque nunca se le pudiera encontrar ese nexo de unión de calle y campo que hasta en los pueblos más pequeños se vuelca en manifestarse tan claramente. Y, en cuanto a la relación entre San Sebastián y Santo Tomás, que, antes, lo primero que se tratara de encontrar es la razón de su ligazón que, así como a grosso modo, pudiera haber entre este Tomás y los varios de este nombre que figuran en la hagiografía cristiana.
Que yendo a abrevarnos en este manantial nada mejor parece que proceder a la lectura, en su correspondiente día del 'Año Cristiano' del 22 de diciembre del que podemos leer que se trata del apostol Tomás, el Dídimo o Gemelo pues que, en algunas antiguas crónicas se le asigna un hermano gemelo llamado Eleazar o Eliezer, y una hermana con el nombre de Lydia o Lypsia, y en las 'actas' apócrifas que llevan su nombre y en la 'Doctrina Apostolorum' los mellizos son llamados Judas y Tomás, nombres que se repiten juntos en la historia del rey Abgaro, de Edesa. Un inocentón en definitiva un tanto bruto según sus entendederas mentales pero generoso e impulsivo cien por cien; un entusiasta de su Señor Jesús al mismo tiempo que un incrédulo en ciertos momentos evangélicos y a quien se le indica, después de la resurrección de ese su señor que pasara a creer que es él, el resucitado. A lo que se añade esa lección de manera de ser tan extensiva de 'Porque me viste, Tomás, has creído; bienaventurados los que creyeron sin verme', que en eso consiste quizás, la mayor fuerza impulsora del cristianismo.
De que en la rememoración de este icono festivo se coincida con la visita de las gentes campesinas a la ciudad, es otra historia, sin duda tan cándida como cualquier otra.
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