La chispa de la vida

No era un Alderdi Eguna cualquiera. Ortuzar daba oficialmente el pistoletazo de salida a un proceso interno de renovación para adaptarse a una Euskadi en transformación. El líder jeltzale no despejó la incógnita sobre su futuro y dejó en manos de la militancia su continuidad. ... Hay quienes especulan que ese silencio puede dar más de una pista de dónde estará sentado en la Asamblea General de marzo en Donostia. Quedan seis meses por delante para que los afiliados aborden cómo y quiénes deben pilotar una formación que en sus últimas citas electorales ha experimentado una tendencia declinante. Ortuzar, que pidió a sus militantes más 'chispa de la vida' como la Coca-Cola, sacó pecho de su iniciativa de liderar una negociación con los partidos vascos sobre el nuevo Estatuto y emplazó con vehemencia al presidente Sánchez a cumplir el acuerdo de legislatura en materia de autogobierno. Blandió en Foronda el pacto firmado y clamó por la «realidad nacional», las competencias y la bilateralidad. No quiere dejar de lado al PSOE. El líder del EBB pudo haber situado la fase de negociación estatutaria con los partidos tras la finalización del proceso interno, pero ha preferido que vaya en paralelo. Podría ser otra pista. Ortuzar también dejó claro que el nuevo estatus no va a ser una cosa de dos –de PNV y EH Bildu– y receló de las intenciones de la coalición soberanista, días después de que su partido en Gipuzkoa firmase una moción con Bildu sobre el derecho a decidir. Todo un posicionamiento estratégico.Las direcciones territoriales del PNV –Gipuzkoa, Bizkaia y Araba– serán las primeras en afrontar la renovación de sus dirigentes antes de fin de año. Será la prueba del algodón de que esto va en serio en una Euskadi en la que cada vez importan más las cuestiones domésticas como la sanidad, la vivienda, la inmigración, la seguridad, la educación...