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El oficio de vivir

Hacia atrás y a lo más alto

Dick Fosbury no era un chico normal y su famoso salto de altura lo fue aún menos

Domingo, 19 de marzo 2023, 07:07

Dando la espalda a un problema se puede lograr superarlo. Esto, que parece ir contra toda lógica y sentido práctico, lo demostró Dick Fosbury con un vuelo inverosímil de 2,24 m en los Juegos Olímpicos de 1968. Su camino hasta ese récord no fue ... fácil. Sufrió como hazmerreír del equipo del instituto, un extravagante que en vez de impulsarse de cara al listón como mandan los cánones se lanzaba sobre la colchoneta cual holgazán sobre la cama. Otros le compararon con un pez brincando fuera del agua. Pero a él apenas le afectaban las burlas porque llevaba asumido que no era un chico como los demás y que para conseguir sus metas debía buscar una manera propia de hacer las cosas. Coloquialmente dicho, tenía las espaldas bien anchas y eso le ayudó a revolucionar el salto.

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