Europa, riesgo de centrifugado

El Oficio de vivir ·
El próximo jueves, 9 de mayo, se celebra el Día de Europa... y el del Calcetín Perdido

Juan Aguirre

Domingo, 5 de mayo 2024, 07:22

Cada día tiene su afán y también sus memorabiles. Hoy es el Día de la Madre, anteayer lo fue de la Libertad de Prensa, el miércoles se celebró el del Trabajo y esta semana, como cada 9 de mayo, llega el Día de Europa que ... además coincide con el Día Mundial del Calcetín Perdido, ese fenómeno misterioso por el que un sinnúmero de cubrepiés se divorcia de sus parejas sin abandonar el techo familiar; simplemente desaparecen quién sabe dónde, que decía Lobatón.

La ciencia, aspirante a tener respuestas tanto al origen del universo exterior como al destino de la ropa interior, ha puesto a investigar a toda una pléyade de expertos en psicología de la conducta, en estadística, técnicos en organización del hogar y fabricantes de electrodomésticos, quienes han comprobado que algunos calcetines se esfuman entre muebles y enseres o caen accidentalmente del tenderete sin que nadie se percate, pero que el extravío de la inmensa mayoría se debe a que son devorados por la lavadora.

Cual insaciable Gargantúa, por los intersticios del tambor la máquina se va zampando uno a uno, disimuladamente, nuestros elásticos. Como en el cuento de Caperucita Roja, solo cuando una mano hábil y audaz destripa al monstruo de acero inoxidable, sus pequeñas víctimas salen a la luz para volver con sus parejas. Final de colorín para el calcetín, bien que algo descolorado.

No creo que el Día Mundial del Calcetín Perdido ensombrezca al Día de Europa que este año conmemora el 74 aniversario de la histórica declaración de Robert Schuman, inicio del proceso de integración hacia la actual UE. A falta solo de un mes para las elecciones al parlamento de Estrasburgo, la efeméride podría servir de estímulo a la participación y a una toma de conciencia de lo que nos jugamos. Pues hay riesgo de que, tras más de medio siglo de estabilidad de la mano (y del pie) de democristianos-liberales y socialdemócratas, la gobernanza continental se despareje entre izquierda y derecha con la entrada en tropel de fuerzas antieuropeístas que amenazan con abrir un tomate en la calceta multicolor de la Unión dejando ver el dedo gordo de sus miserias ideológicas.

Pro-Putin, complotistas, xenófobos, antivacunas... planean imponer políticas peligrosamente centrifugadoras durante una legislatura con mucho trapo sucio. Ojalá que la institución de la bandera azul con doce estrellas en forma de tambor, que hasta ahora ha sabido tragar con todo, sea capaz de darle la vuelta a este calcetín cuyo futuro, de momento, no huele demasiado bien.