En los años ochenta emergió una corriente de pensamiento crítica con el individualismo neoliberal y con las derrumbadas ideologías colectivistas: el comunitarismo. Filósofos morales y políticos del brillo de Sandel, Walzer o Taylor, con posiciones y matices diferentes, empezaron a apuntar sobre la importancia de ... las ideas de 'comunidad' y de 'sociabilidad' como esenciales para el desarrollo de la identidad humana. La sociedad no es un mero agregado de sujetos egoístas sino una entidad colectiva conformada por individuos racionales y autónomos, pero también interdependientes, cooperadores y con tendencia a asistirse mutuamente, vienen a decir los comunitaristas anglosajones (a diferencia de los franceses que usan la misma palabra, 'communautarisme', para denunciar el particularismo de las minorías ensimismadas).
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La hipermodernidad capitalista fragmenta e irresponsabiliza. Nos acomodamos a un sistema al que exigimos que asegure nuestro bienestar, y a cambio pagamos nuestros impuestos, votamos cuando toca y no mucho más. «¡Es tan cómodo ser menor de edad!», lamentaba Kant aludiendo a la voluntad que se pliega bovinamente al dogma, contra lo que la Ilustración apelaba al pensamiento crítico. De parecida manera, Xabier Retegi ve llegado el momento de dar el salto desde una minoría de edad social en que los grandes poderes e intereses deciden por nosotros, a unas comunidades maduras, formadas y responsables de su destino.
Lo explica en 'Horizontes de esperanza. Una visión comunitaria para la sociedad vasca', de reciente publicación, donde propone pasar de reivindicar derechos a promover transformaciones hacia un modelo de sociedad participativa, equilibrada y justa. Desde una concepción de la comunidad como instancia fundamental, a semejanza de los comunitaristas, sostiene Retegi la necesidad de que una ciudadanía ya hoy preparada y consciente se implique de forma más directa en los asuntos públicos a través de las estructuras básicas de cohesión social (asociacionismo, cooperativismo, sistema educativo, etc.). Esta comunidad activa, junto al poder político y al tejido productivo, conformarían un 'trípode virtuoso' con capacidad de liderazgo y de respuesta a los desafíos éticos, climáticos, demográficos, culturales...
Con el bagaje de su larga trayectoria académica, empresarial, política y cultural, Xabier Retegi llama a un empoderamiento colectivo guiado por los ideales de humanidad, comunidad y solidaridad. Un formidable estímulo contra la inacción y el fatalismo.
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