Secciones
Servicios
Destacamos
El nacionalismo, por entonces un movimiento joven y dinámico que hacía bandera de la autonomía, la defensa de la religión, el orden y la cultura euskalduna, fue royendo espacio electoral al tradicionalismo hegemónico en amplias zonas de Vasconia. En medio de las transformaciones que desde ... principios de siglo acompañaron al desarrollo económico, demográfico e industrial del país, el bizkaitarrismo proponía una mirada renovada sobre los valores y la personalidad vasca que conectaba con las inquietudes de las nuevas generaciones. Jóvenes y mujeres, socializados políticamente a través de prensa, publicaciones, actos culturales y celebraciones, desempeñaron un papel determinante frente a un tradicionalismo anquilosado en batallitas de otro siglo. Con todo, durante los años republicanos las dos fuerzas, carlistas y nacionalistas, concentraban entre el 50 y el 75% de los diputados a Cortes del País Vasco y Navarra.
Dice el politólogo Oriol Bartomeus que las generaciones son como las meigas, sabemos que existen, pero resultan inaprensibles, escurridizas, difícilmente reductibles. Y, sin embargo, es imposible entender las sociedades ni interpretar sus mutaciones sin esos lazos invisibles pero extraordinariamente resistentes que vinculan a los individuos con su entorno y, sobre todo, con su época.
De «terremoto silencioso» califica el autor de 'El peso del tiempo' al movimiento que se va llevando a unas generaciones y trayendo otras, y que de un tiempo a esta parte se manifiesta en el desplazamiento de unos electores previsibles, fieles a un partido, por otros volátiles, cambiantes, que han vivido y viven en la novedad constante y la elección permanente. Que son impacientes, exigentes, críticos y en el fondo, aunque no lo quieran reconocer, conservadores. Consecuencia de todo de ello, la relación entre ciudadanía y política se está modificando como nunca antes en democracia.
La tesis de Bartomeus es que no son las generaciones las que operan los cambios sociales sino al revés, son los cambios los que las modelan. Cada generación es hija de sus cambios y de su tiempo: todos somos portadores de un tiempo que desaparecerá con nosotros. «El tiempo es creador de hombres (y mujeres), y ellos y ellas hacen lo que pueden con lo que el tiempo les da», concluye su magnífico ensayo.
Bien mirado, y más allá de tendencias y apariencias, no somos tan distintos a nuestros antepasados. Simplemente es que nos ha tocado vivir otro tiempo en el que hemos de tomar nuestras propias decisiones.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Las zarceras tras las que se esconde un polígono industrial del vino en Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.