Trump & Musk: 'folie à deux'

El oficio de vivir ·
Cual nueva Arca de Noé, SpaceX prevé trasladar a Marte al 1% de la humanidad que podrá pagarse la emigración extraterrestre

Juan Aguirre

Domingo, 10 de noviembre 2024, 07:21

La democracia es el único sistema político con derecho plebiscitario a la autodestrucción. El pueblo es soberano y, como los buenos clientes, siempre lleva razón, incluso cuando se pega un tiro en el pie. En ello estamos en un contexto de descomposición general que abarca ... tanto la física (la vida y la diversidad en el planeta) como la química (la que une a las comunidades humanas), y hasta la metafísica (abandonemos toda esperanza más allá de la vida material y consumista).

Que todo se va al garete quien más claro parece tenerlo es Elon Musk, posible plenipotenciario en la nueva Administración Trump, puesto desde el que contribuirá no a evitar la catástrofe de la civilización, que según él es irremediable, sino a salvarse junto a los multimillonarios. Porque en opinión del hombre más rico del mundo (y el que menos impuestos paga: los considera un robo), el ser humano se halla ante un dilema existencial: o quedarse en casa y extinguirse o hacerse extraterrestre.

Una vez descartado que nuestros problemas puedan resolverse reduciendo las desigualdades y luchando contra el cambio climático, no hay más salida que avecindarnos en otro planeta. (El sudafricano está en contra de la emigración de terrestres pobres hacia países ricos, pero le entusiasma la de ricos hacia mundos ajenos). Como nada hay que aprender de la experiencia, en nuestro nuevo hogar aplicaremos las mismas prácticas de explotación y cosificación del medio natural con que hemos arruinado el planeta azul.

El Sistema de Transporte Interplanetario de la compañía SpaceX, cual nueva Arca de Noé, prevé trasladar a Marte a quien pueda pagarse la mudanza, cerca del 1% de la humanidad, donde en 2050 habrá ya una ciudad con un millón de habitantes. Gente inmortal, o casi, gracias a que la biotecnología acabará con las enfermedades, la vejez y la muerte. Por si fuera poco, esa aristocracia cósmica no tendrá que trabajar pues en el planeta rojo todo estará automatizado. En fin, país de Jauja.

A la cima del poder estadounidense llega un iluminado con esta utopía entre diabólica y fantástica: una «humanidad sin mundo», con turistas que viven mil años y viajan por el sistema solar haciéndose selfis mientras la Tierra se achicharra (léase 'Ciencia ficción capitalista' de Michel Nieva).

Preparémonos porque el dúo Trump/Musk nos va a deparar un espectáculo de traca: la 'folie à deux' de un par de fachendosos con ideas psicodélicas, egos descontrolados y delirios de grandeza. ¿Cuánto va a que acaban a hostias?