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¡Luz!, ¡más luz!

El oficio de vivir ·

Las nuevas formas de escepticismo inepto nos retrotraen a épocas de oscurantismo e ignorancia

Domingo, 1 de agosto 2021, 08:01

Solía hablarnos la amona sobre la vida en el caserío de sus aitonas, en Gaztelu. Eran los Tellería una familia como tantas en la Gipuzkoa del siglo XIX, humildes baserritarras mínimamente educados, muy creyentes y no menos supersticiosos. Los fenómenos mágicos formaban parte de su ... vivir cotidiano. Al menos hasta que la electricidad entró en el caserío y, al hacerse luz, las sombras y los ruidos que insinuaban la presencia de brujas, espectros o almas en pena, se destaparon como simples jabalíes nocturnos, arbustos en movimiento o ulular del viento. Toda la realidad se fue desencantando, aunque a mis tatarabuelos ya nadie les apeó de que existían espíritus errantes, sorgiñas y otras manifestaciones sobrenaturales.

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