Gracias a la NASA es posible hacerse un selfie en Marte. En realidad, uno sube una foto a su web y le ponen el fondo del planeta rojo con imágenes del 'Perseverance'. Todo un oasis en el desierto de estampas únicas que sufre Instagram por ... la pandemia y las restricciones a los viajes. No son la única opción. Una empresa en Barcelona y Madrid ofrece fondos falsos por si no se puede vivir sin presumir en las redes sociales. Y al parecer triunfa con sus 20 ambientaciones distintas. Los instagramers acuden al local con diferentes conjuntos de ropa para saciar su adicción al postureo. Pueden contratar una sola sesión y acumular instantáneas para compartir durante varios días: uno rodeado de dinero, otro subido en un carrito... Toda una oda al narcisismo.
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Redes como TikTok e Instagram convierten la vanidad en una forma de dependencia. Y como con otras obsesiones, hay un punto en que la realidad deja de importar, solo se ve el próximo chute. Da igual que dejemos de disfrutar, todo se centra en conseguir 'gustar' a más followers. No importa vivirlo sino contarlo. Y siempre aparentar ser más feliz que el prójimo; aunque sea necesario pagar por lograrlo.
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