Día del Orgullo Zoquete
El oficio de vivir ·
Malnutridos cognitivos, se alimentan de prejuicios, supersticiones, bulos y otras charlatanerías gustosas pero malsanasSecciones
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El oficio de vivir ·
Malnutridos cognitivos, se alimentan de prejuicios, supersticiones, bulos y otras charlatanerías gustosas pero malsanasNunca dejaremos de admirar la rica diversidad humana en sus expresiones étnicas o lingüísticas, nuestra capacidad de convivir y organizarnos, de producir y consumir de mil maneras. Por fortuna, desde un mundo cerrado en blanco y negro en el que solo se consideraban como personas ' ... auténticas' a los varones europeos, a los bautizados, a los pertenecientes a las clases 'superiores', a los patriotas de mi patria... caminamos hacia un universo abierto y multicolor.
Advirtió Pascal que quienes van por la vida con la mirada despierta siempre encuentran gente original a su alrededor mientras que los espíritus romos apenas diferencian entre sus semejantes, todo el mundo les parece más o menos igual... salvo 'los raros'. Es así que cabe agrupar a los individuos de acuerdo con determinadas características −los indios apaches, las mujeres investigadoras, los y las bisexuales...−, en la conciencia de que toda clasificación es un reduccionismo respecto a la naturaleza humana por definición múltiple en sus identidades. Cada persona es muchas personas, según Pessoa.
Dicho esto, admitamos con resignada lucidez la sobreabundancia actual de cenutrios y de cenutrias, movimiento en expansión estimulado tanto por las redes sociales, convertidas en tendederos de ropa sucia, como por la sesión continua de farotones que desde las tribunas públicas lanzan mensajes cínicos y mentirosos a una ciudadanía tratada cual tonta del culo. Venía de lejos la sospecha de que la idiotez es infinitamente más fascinante que la inteligencia porque esta tiene límites mientras que aquella no los tiene. Lo novedoso y posmoderno es su variedad: cienciafóbicos, negacionistas, conspiranoicos, terraplanistas, entre otros malnutridos cognitivos que se alimentan a base de prejuicios, supersticiones, bulos y otras charlatanerías gustosas para sus paladares pero a la larga malsanas para el organismo individual y también para el colectivo.
A la vista de lo creciditos que se les ve, puede que no tarden en organizar un Día del Orgullo Zoquete, o como quieran llamarlo, para reivindicar la dignidad de toda la sarta de majaderías, barbaridades e incongruencias con que se oponen al pensamiento sensato, reflexivo y fundado; evento (como se dice ahora) que será aplaudido por una muchedumbre de tecno-lerdos y de creadores de opinión pop como prueba de valentía y de rebeldía al ritmo de 'A quién le importa...'.
Cada persona es muchas personas, pero no siempre es fácil domesticar al cenutrio que todos llevamos dentro.
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