Algo pasa en el vestuario de la Real

La base de la receta que aplicaba Garitano en el Leganés, a quien subió de Segunda B a Primera, no era otra que la normalidad. En el fondo y en la forma. En sus relaciones y en sus decisiones. Y también la exigencia en los entrenamientos. Pero han pasado siete jornadas y desde la segunda algunos tirotean a un técnico asolado por las lesiones. Pese a la victoria inicial en Villarreal le cayeron palos por el juego del equipo. En el segundo partido, en Leganés, después de veinte minutos más que interesantes -la Real se puso 0-2-, la lesión de Diego Llorente le dejó sin centímetros en defensa y el equipo penó hasta el 2-2 (antes incluso de la lesión de Llorente Asier Garitano pidió un central que no ha llegado). Item más. Willian tuvo en sus botas el 1-3 que hubiera dejado las cosas en su sitio, pero falló solo ante el portero y las críticas se sucedieron en la tercera salida consecutiva, a Eibar, donde la Real perdió un punto en el último minuto en otro partido lleno de desgracias.

El once realista ganó en Huesca 0-1 pero seguía jugando mal y los últimos resultados de casa le han puesto en el disparadero pese a que frente al Barça el que se comió dos goles después de ir por delante fue Rulli. Lo mismo sucedió ante el Rayo -a Rulli se le escapó el balón entre las manos con 1-0- y contra el Valencia Willian José falló un penalti que hubiera significado el 1-1 y una inyección de autoestima que le hubiera servido a la Real para dar la vuelta al partido. Pero con ser preocupante que la Real tenga 'solo' ocho puntos, que también, para mí lo es más el ambiente que se ha creado en el entorno.

Lo digo porque si dos jugadores de la entidad de Illarramendi y Zurutuza dicen lo que dicen y ponen al técnico al pie de los caballos, ¿qué porvenir le espera? A partir de ahora cada partido será un juicio morboso y la espera empieza el viernes ante el Athletic. Nada menos. Si Garitano supera este escollo, ojalá lo haga, llegará el siguiente contra el Girona de Eusebio (será ya después del parón, el lunes 22 de octubre). Y el posterior contra el Atlético. Así que el calendario será un campo de minas y algunos parece que están esperando que pise alguna de ellas. Y me duele porque si a Garitano le va bien, a la Real le irá bien.

P.D. Olabe fue el invitado en la reunión del Consejo de Administración la semana pasada. Stop. El director deportivo insistió en que la Real estaba «en construcción». Stop. Y habló de la mala suerte con las lesiones: Januzaj no se ha estrenado, Willian ha estado lesionado y ahora juega entre algodones, Sandro también ha estado semanas de baja... Mikel Merino parece de cristal y Theo y Juanmi están sancionados con acciones lamentables. Y que espera que el equipo reaccione en octubre. Stop. Lo que no sé es si Olabe les aclaró por qué no ha llegado el jugador rápido y con desborde de banda que con tanta insistencia les pidió Garitano. Stop. O el central de centímetros. Stop. A propósito de los sancionados. La Real se queja de que a Theo y a Juanmi les han caído cuatro y tres partidos y por idénticas acciones -Sergio Ramos agredió a Correa y Messi protestó mucho más descaradamente que Juanmi al colegiado- se han ido de rositas. Creen que los árbitros no miden por el mismo rasero a los equipos. Ni los del campo ni los del VAR. Stop.