Secciones
Servicios
Destacamos
Escribo esta columna desde el pueblo de la Serranía de Ronda en el que paso los veranos. El viaje ha sido confortable, dividido en dos etapas, con estancia hotelera y restaurantes de por medio, a través de autovías, principalmente. Aunque el viaje cubre el mismo ... trayecto que cuando cruzaba la península con mis padres, en nada se parece a aquellos desplazamientos. Salíamos antes de que amaneciera para evitar el calor -los coches no disponían de aire acondicionado- y comíamos huevos duros y filetes empanados,como ahora hacen muchos magrebíes, en algún área de descanso o un menú del día en aquellas ventas que había junto a las carreteras nacionales. Llegábamos a destino al anochecer, exhaustos, con las piernas entumecidas. Viajábamos peor entonces, qué duda cabe; sin embargo, la emoción ante el reencuentro de mis padres con su tierra y con su familia era imbatible. Supongo que porque los emigrantes no viajan: los emigrantes regresan.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.