Estos días se ha hecho viral un vídeo de Aitana en el que aparece hablando como si fuera del mismísimo Medellín. A mí también se me pegan los acentos una barbaridad, así que lo de la cantante catalana no me ha chocado tanto. Yo he ... hecho directos desde Gijón para la radio con un habla más propia de una vecina de Tineo que de Llodio, y cuando bajo al sur me mimetizo por completo. De pequeña, a la vuelta de las vacaciones de verano, me decían que hablaba euskera con deje andaluz, y sería verdad.
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Según los expertos, los acentos se nos pegan porque queremos integrarnos en una comunidad y conseguir una comprensión mutua con nuestro interlocutor. A este fenómeno, el de imitar acentos sin darnos cuenta, se lo conoce como convergencia fonética. Así que esperanzada con la idea de la compresión mutua, voy a sentarme a esperar a que a Pablo Iglesias se le pegue un poco el acento gallego, que «las meigas no existen, pero haberlas, haylas».
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