Hemos estado pendientes estos días, y lo que nos queda, de un cara a cara trepidante. Dos auténticos líderes, admirables, se enfrentan en una lid que se resolverá el día 23 de julio. Tengo mis preferencias, pero ambos merecen la victoria. Aunque cada uno de ... ellos tiene su estilo, los dos han trabajado duro desde jóvenes. Saben lo que es sacrificarse, vaciarse, luchar, pero han demostrado también un gran respeto por el adversario. Hablo, por supuesto, de Jonas Vingegaard y Tadej Pogacar, que tienen en vilo a toda la afición del Tour de Francia.
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El lunes se celebró también otro cara a cara entre otros dos líderes que, del mismo modo, tendrán que esperar hasta el 23 de julio para saber quién se alza con la victoria; sin embargo, ese duelo me pareció menos glorioso que el del Tour porque los políticos, a diferencia de los ciclistas, son aficionados a tomar el atajo de la descalificación y al amaño de la mentira.
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