El tema, de alguna manera, se ha convertido en el 'clickbait' -la técnica que emplean algunos medios digitales para atraerse audiencia a través de titulares sensacionalistas- de la narrativa. Abundan las novelas de 'tema', cercanas al periodismo narrativo o al ensayo de tesis, pero circunscritas ... a la ficción. Son historias que hablan sobre asuntos de actualidad y que pueden resumirse en una sola palabra grandilocuente. Eso facilita titulares llamativos, son novelas con gancho, es decir, se venden bien; pero a menudo -no siempre- las historias fracasan porque resultan frías.
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En mi opinión, una buena novela no debería preocuparse tanto por emitir respuestas. 'El libro del desasosiego' nos enseñó que se puede escribir dudando, y, en efecto, creo que la novela debe reivindicar la duda, el temblor, lo inasible. La novela es una rebelde que no se deja resumir.
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