Los destrozos', la nueva novela de Bret Easton Ellis, está ambientada en Los Ángeles y protagonizada por un grupo de alumnos de un colegio elitista. Desde sus mansiones, los chicos llegan a clase a bordo de coches de lujo, vestidos con ropa carísima. Los ricos ... brillan, solía decir un amigo; estos jóvenes resplandecen. El caso es que, ante tanto confort y abundancia, me descuadró leer que ese colegio, Buckley, en el que estudió el autor del libro, no tuviera comedor. Yo, de un colegio de esas características, esperaría que el menú escolar lo hubiera diseñado Martín Berasategi. Pero hablamos de Estados Unidos y resulta que esos chicos ricos comen unos sándwiches que les prepara el personal de servicio de sus casas. Por lo visto, disponer de un comedor sería considerado como algo cutre, y si fuera público, más cutre aún. A mí la idea de importar ese modelo me asusta más que el asesino en serie de la novela.
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