Hace unos días llamé a un hotel situado en un turístico pueblo guipuzcoano para reservar habitación. Se trata de un establecimiento en el que ya nos habíamos alojado porque a mi ama le resulta muy cómodo. Para mi sorpresa, en esta ocasión nos han exigido ... una estancia mínima de dos noches. Como somos de Llodio, nos basta con un día para pasearnos por allí, así que decidí buscar otro hotel.

Publicidad

Imagino que si nos han exigido esas dos noches -en Cádiz me han llegado a pedir estancias mínimas de cuatro noches- es porque lo pueden hacer, es decir, que es legal, pero me puse a pensar en qué pasaría si a todos los hoteles les diera por pedir lo mismo. Ya no podríamos contar con un lugar en el que dormir si el cansancio nos vence en carretera ni podríamos improvisar una noche de pasión. El Quijote lo tendría mal a día de hoy para hacer un alto en el camino. Dos noches, le dirían en la fonda, y ese caballo ,¿acaso no lee las noticias?, no puede estar amarrado en la puerta.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete los 2 primeros meses gratis

Publicidad