Un reciente estudio organizado por la Universidad de Nanterre asegura que los gatos son capaces de distinguir la voz de su dueño entre las voces de desconocidos y también que saben cuándo nos dirigimos específicamente a ellos. Es decir, la conclusión principal que arroja este ... informe es que los gatos nos entienden, lo cual constituye una buena noticia, pero que aun así, prefieren pasar de nosotros, lo que representa una noticia no tan buena. Imagino a Jorge Luis Borges o a Patricia Highsmith o a Doris Lessing -dueños los tres de felinos-, de vuelta a casa, tras haber recibido la entregada atención de los lectores, enfrentándose a la indiferencia gatuna.

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Lo cierto es que quienes convivimos con estos animales tratamos de hacernos entender, de que nos escuchen, pero ellos prefieren ignorarnos. Curiosamente, seguimos dedicándoles nuestra atención. No me digan ustedes que los gatos no podrían fundar un partido político.

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