Cuando el año pasado le concedieron el Premio Nacional de las Letras a Luis Landero, lo que más noticioso me resultó fue que no se lo hubieran otorgado aún. El jueves supimos que se va a permitir el uso de las lenguas cooficiales en el ... Congreso de los Diputados y más de uno se habrá sorprendido también al enterarse ahora de que, hasta el momento, los parlamentarios no podían utilizarlas. A mí me parece una buena decisión porque considero que las lenguas cooficiales representan un valioso patrimonio cultural. Quedará por ver, ya que estamos ante un permiso, no ante una obligación, en qué medida se emplean y si no habrá quien tenga que refrescar sus aptitudes lingüísticas. Además, ya tuvimos a Mariano Rajoy, quien tantos y tan espléndidos momentos parlamentarios nos ofreció. Siempre se los agradeceremos, aunque sigamos sin terminar de identificar la lengua en la que los articulaba.

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