Las últimas encuestas revelan que cada vez más niños y niñas, en una proyección un tanto quimérica, querrían ser en el futuro futbolistas de primera división o 'youtubers'. Ocupaciones que más que una profesión son una serie de circunstancias extraordinarias. Por eso me ha gustado ... saber que en el pueblo de al lado hay un niño de unos tres o cuatro años al que le gustaría ser jardinero. Ya veremos cuando crezca qué empresas se propone, pero de momento, sus padres le han regalado un cortacésped, una desbrozadora, una motosierra y parece que el Olentzero le traerá un soplador —el negocio de la juguetería no duerme–. Debe de ser muy tierno observar la mirada ilusionada del niño cuando ve a estos trabajadores. Pienso que lo bueno de tener sueños pegados a la tierra es que, con un poco de suerte, se puede ver a los Reyes Magos casi todos los días; aunque se trate de unos Reyes Magos pertrechados con botas y chalecos reflectantes que vienen de un país llamado 'realidad'.
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