Secciones
Servicios
Destacamos
Marcel Proust lo dejó claro con su célebre magdalena: la comida tiene la capacidad de revivificar momentos. Creo que, al menos en esta parte del mundo, todos asociamos determinados sabores a determinadas personas. En su novela 'Vida y obra', Galder Reguera recuerda la sopa de ... pescado de su abuela y confiesa que a veces cultiva la nostalgia cocinándola. «Cada vez que la he hecho, me ha sabido al mismo tiempo exquisita y amarga, me ha reconfortado y dolido a partes iguales», explica. Entiendo lo que dice porque recordar a nuestros seres queridos es reconfortante, pero también certifica sus ausencias.
Estos días, los cementerios acogen desfiles de personas que van a poner flores a sus difuntos; es, por supuesto, una costumbre muy respetable, pero sé que también habrá quien en la intimidad de su cocina prepare pan frito, cordero asado o sopa con recetas familiares. La comida es una ouija.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.