Este verano he leído 'Últimas tardes con Teresa', una novela que tenía pendiente hace tiempo, y que ahora recomiendo. La célebre historia del 'pijoaparte', además de representar un sopapo en la cara de la 'Gauche Divine' y de proporcionarnos un paseo excepcional por la Barcelona ... de finales de la década de los 50, supone una nueva demostración de que la rabia y la candidez pueden convivir en un mismo personaje y la sordidez y la elevación en un mismo tono. No descubro nada al celebrar a Juan Marsé, pero sí quiero compartir que lo que más me ha interesado de este libro es cómo el autor capta y sustancia sensaciones vagas, intuiciones, percepciones sin perfilar que, finalmente, tendrán una importancia tremenda. En la vida también pasa: a veces lo que termina siendo revelador carece de narrativa. Es imposible atisbar el alcance argumental de algunos instantes que vivimos como si nada fuera a cambiar, cuando realmente todo estaba a punto de saltar por los aires.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete los 2 primeros meses gratis

Publicidad