El recientemente fallecido Kenzaburo Oé narra en su libro autobiográfico 'Una cuestión personal' la llegada al mundo de Hikari, su hijo, que nació con hidrocefalia. Los médicos le dieron horas de vida, pero tras una operación salió adelante, aunque era muy probable que creciera teniendo ... que hacer frente a complicaciones. La novela termina tras esas primeras horas, pero la historia de aquel bebé sigue. Le diagnosticaron autismo, apenas se comunicaba. Hikari paseaba con sus padres una tarde cuando, al escuchar el cantar de un pájaro, lo imitó a la perfección. Oé se apresuró a comprarle un disco que contenía un centenar de trinos de aves. «Se lo ponía con una frecuencia casi maniaca», cuenta el Nobel japonés. Así fue como los padres tuvieron la idea de contratar a un profesor de música para Hikari, que ha llegado a ser un prestigioso compositor.
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Esta historia no es un cuento ni una parábola sobre la esperanza, es la vida trinando: escuchen.
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