Borrar
La violencia como proceso

La violencia como proceso

La victoria de la causa sagrada de Catalunya exige la aplicación permanente de un discurso maniqueo no sobre argumentos, sino sobre símbolos. Hoy el amarillo, el color de los mártires

Miércoles, 20 de marzo 2019, 07:13

En los años de plomo dominados por el terror de ETA, no faltaron espejismos tales como el de la equidistancia que con el diálogo creía resolverlo todo. Otro fue confiar en que el rechazo mayoritario a la violencia, según las encuestas, tendría su correspondencia en ... los comportamientos sociales. El exceso de optimismo alcanzó a aquellos momentos en que la calle fue ocupada por movilizaciones democráticas contra los secuestros, a pesar del coro etarra que gritaba «¡ETA mátalos!» o «¡Vosotros, fascistas, sois los terroristas!». Hubo gente que plantó cara pacíficamente, contraviniendo las excomuniones lanzadas -por ejemplo, contra Basta Ya-, por tipos encumbrados en el poder que además presumían de amantes de su patria. No cabe olvidar el papel del desaparecido líder del PNV en la creación y el mantenimiento de ese clima. Ni el de la Iglesia.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariovasco La violencia como proceso