A favor y en contra de 'El 47'
Candidatas a mejor película ·
Con 14 nominaciones la película dirigida por Marcel Barrena es la favorita en los próximos premios GoyaSecciones
Servicios
Destacamos
Candidatas a mejor película ·
Con 14 nominaciones la película dirigida por Marcel Barrena es la favorita en los próximos premios GoyaLa historia real de Manuel Vital ha inspirado 'El 47', el filme dirigido por Marcel Barrena que parte como favorita para los premios Goya que se celebran el 8 de febrero. Entre las 14 nominaciones destacan las que han recaído en tres de sus actores, Eduard Fernández, Clara Segura y Salva Reina. También compite en la categoría de mejor película. Dos redactores de Pantallas analizan sus posibilidades.
Noticias relacionadas
No es fácil encontrar una película que triunfe en taquilla y que, con alguna que otra sombra, también guste a la crítica, pero la emotiva llamada a la movilización social de 'El 47' ha conseguido conectar hasta con los más exigentes. Y lo ha hecho porque, además de ser un relato de corte clásico que funciona perfectamente sin necesidad de grandes complicaciones, también es un cine de denuncia en el que el espectador sigue la lucha contra la injusticia de Manuel Vital, un héroe de barrio que, harto de la incomprensión, la dejadez y la burocracia, se pone el mundo por montera y hace lo que tiene que hacer.
'El 47', además de contar con la magnífica actuación de Eduard Fernández y del resto del plantel (merecidísimas nominaciones a los Goya las de Salva Reina y Clara Segura), desprende verdad, autenticidad. La historia, que mezcla adecuadamente imágenes de archivo con la recreación fiel de la época, resulta creíble no solo porque narra un hecho real, sino porque Marcel Borrás la rueda pegándose a los caminos sin asfaltar de Torre Baró para mostrar una España empobrecida que obligó a muchos de los suyos a dejar sus raíces huyendo del hambre para asentarse en la periferia de las grandes capitales. Allí, durante muchos años, sobrevivieron sin agua, sin luz, sin transporte público y sin las más mínimas comodidades, totalmente olvidados. Y es sobre ellos, sobre esos ciudadanos de segunda, y hasta de tercera, sobre los que la película arroja una mirada luminosa.
Pero, quizás, lo mejor de 'El 47' es que, a través de la lucha vecinal, consigue ensalzar un sentimiento de comunidad que hoy parece perdido. Y lo hace de tal manera que dan ganas de salir a las calles. No es poco.
Resulta extraño que el inmenso Eduard Fernández esté nominado a mejor actor por su excelente trabajo en 'Marco' pero no por su igualmente llamativa participación en 'El 47', una de las gratas sorpresas del año, donde también afronta un rol con matices con un resultado extraordinario. Quizás una de las razones haya que encontrarla en la aparente sencillez de la película firmada por Marcel Barrena. Ambas historias son potentes, pero la producción que transcurre el pasado siglo en Barcelona, sobre el movimiento vecinal que supuso un antes y un después en el distrito de Torre Baró de la ciudad catalana, no puede quitarse de encima cierta apariencia de telefilme en algunos pasajes. No debería ser un problema, no lo ha sido para la taquilla y las excelentes críticas, pero puede suponer un traspiés en la carrera por los premios que otorga la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España. Aparte, en esta ocasión el actor protagonista no ha sufrido tanto cambio físico, no luce arrugas y una calva prominente como en el retrato del impostor que engañó a medio mundo haciéndose pasar por un superviviente del terrible holocausto. El maquillaje hace mucho a la hora de poder alzarse con determinados premios, al margen de una soberbia actuación (que se lo pregunten en Hollywood).
A 'El 47', que ya se alzó con el Forqué y varios Gaudí, le puede pesar en las votaciones un aspecto visual que puede recordar a películas y series de sobremesa, a pesar de que cumple con creces con su objetivo: tocar el corazón del espectador. Alguna escena final, muy a la americana, puede suponer también un escollo (no está nominada en mejor dirección). Hay que preguntarse por qué el cine social, especialmente cuando es amable, como ocurre con la comedia en general, se menosprecia o se sobrevalora a la hora de repartir galardones, sin un punto intermedio. Por cierto, la película de Barrena no ha necesitado entrar en el circuito de festivales especializados para gozar de una excelente trayectoria en la temporada de premios y las salas de cine. Hay que tomar nota.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.