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Jueves, 7 de septiembre 2006, 02:00
SAN SEBASTIÁN. El asesino de la niña Sandra Calvo, a la que acuchilló y tiró por la ventana tras abusar sexualmente de ella en 1989, fue condenado ayer a cinco años de cárcel por intentar violar a una anciana de 78 años en San Sebastián en junio del año pasado, a los pocos meses de haber sido excarcelado.
Una vez cumplidos los cinco años de internamiento, el acusado no podrá acercarse ni comunicarse con su víctima durante otros cinco y, por la vía de responsabilidad civil, deberá indemnizar a la anciana con 1.429 euros, a pesar de haberse declarado insolvente durante la vista oral.
Esta condena es fruto de un acuerdo que la defensa y el Ministerio Público alcanzaron poco antes del juicio celebrado ayer en la Sección Primera de la Audiencia de Gipuzkoa, por el que la fiscal, que inicialmente pedía 10 años y medio de prisión para este hombre por un intento de violación con las agravantes de especial vulnerabilidad de la víctima y de reincidencia, accedió a rebajar en un grado la pena, hasta los cinco años de reclusión.
Por su parte, el acusado asumió el relato de los hechos que hacía la Fiscalía, según el cual, sobre las 21.30 horas del 17 de junio del pasado año, la anciana abrió la puerta de su casa al imputado, que era su vecino, pensando que quería una bombona de butano.
Sin embargo, una vez en el interior de la vivienda, situada en el barrio donostiarra de Amara, el procesado intentó violarla, aunque no lo consiguió porque los vecinos alertaron a la Ertzaintza al escuchar los gritos de auxilio de la mujer.
El donostiarra E.I., que ahora tiene 43 años, ya había sido condenado con anterioridad a 36 años y a pagar 15 millones de pesetas (90.151 euros) de indemnización en 1990 por el asesinato de la niña Sandra Calvo, un crimen que conmocionó a Gipuzkoa en 1989 al conocerse que el asesino había acuchillado y arrojado por una ventana a la menor tras haber abusado sexualmente de ella.
En aquel momento, los jueces consideraron probado que, en la tarde del 13 de enero de 1989, el asesino se desplazó a un piso situado en la calle Santa Bárbara de Donostia, propiedad de la madre de su novia, y en un rellano de la escalera vio a la pequeña Sandra Calvo, que vivía con sus padres en un apartamento contiguo. El asesino la llevó al piso y sobre un colchón empezó a tocarla y a abusar de ella penetrándola con los dedos, tras lo cual la amordazó con una servilleta y, con un cuchillo de cocina, le asestó tres puñaladas que no eran «de por sí mortales de necesidad». De madrugada, cuando los padres de Sandra y numerosos vecinos llevaban ya varias horas buscando a la niña, el asesino arrojó a la pequeña por una ventana.
Absuelto de abusos. Un juzgado de San Sebastián ha absuelto de un delito de abusos sexuales a un hombre, acusado de someter a su hija de tres años a diversos tocamientos y prácticas de contenido sexual, por lo que el fiscal pedía una condena de tres años de cárcel y la acusación particular, cuatro.
El procedimiento penal contra este hombre se inició a raíz de otro juicio en el que su hermano y tío de la pequeña fue condenado a dos años de reclusión por abusar de la niña en una vivienda de Hernani durante un día en el que el padre disfrutaba con su hija del régimen de visitas, ya que estaba separado de su mujer. Sin embargo, en esta ocasión el juzgado no ha considerado acreditado que el padre abusara de la niña en el domicilio familiar. EFE
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