

Secciones
Servicios
Destacamos
Si pensamos en Portugal, automáticamente nos vienen a la cabeza las ciudades de Lisboa y Oporto u otros rincones turísticos como la costa del Algarve, ... Cascais o Estoril. El norte del país luso, en cambio, es un gran desconocido entre nosotros pero aquí estamos para dar ideas nuevas y estimular sus ilusiones.
La ciudad que les puede funcionar como campamento base es Braga, conocida como la Roma portuguesa. Elegida en 2021 como mejor destino europeo en la votación 'Best in Europe', tiene un aire a la capital italiana porque es antigua y moderna a la vez, tranquila y llena de vitalidad, religiosa y cultural.
Un paseo por su casco histórico permite comprobar la riqueza de sus monumentos. No en vano, con más de 2.000 años de existencia, podemos hacer un viaje por la historia a través de la época romana, medieval e incluso barroca para acabar en la ciudad cosmopolita que es hoy.
La catedral de Braga, tan antigua como rica, la rua do Souto, el Palacio Episcopal, el Jardim de Santa Bárbara, la iglesia barroca de Santa Cruz, el hospital de San Marcos o el arco da Porta Nova serán algunas de las riquezas arquitectónicas o naturales que contemplarán durante su paseo por el centro de la ciudad.
Para los amantes de las panorámicas y la distancia, está la opción más que recomendable de desplazarse al santuario de Bom Jesus, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Las vistas desde el mirador, los tesoros artísticos del templo y el verde paisaje que lo envuelven invitan a tomarse la visita con calma.
Si buscan emociones fuertes, están de enhorabuena. Porque a poco más de 100 kilómetros al sur –una hora y 45 minutos en coche– tienen el segundo puente colgante más largo de Europa. Denominado 516 Arouca, tiene 516 metros de longitud y una altura de 175 metros para conectar las orillas del río Paiva.
En internet tienen mucha información sobre cómo llegar y cómo comprar las entradas, que hay que hacerlo de forma anticipada. Pueden cruzar por un lado o por el otro a ciertas horas determinadas, y también recorrer después las pasarelas del río.
¿Es recomendable cruzar el puente? Desde luego que sí; nosotros vimos a gente de todas las edades. Los guías advierten de que no se puede correr ni saltar ni pararse en mitad de camino. Consejos básicos de sentido común. En cuanto a la experiencia, si no tienen a nadie por delante que ralentice su ritmo, estarán al otro lado en menos de siete minutos. Y cuando se crucen con los del otro lado, el puente de balanceará de forma sutil... Si ya conocen el de Holtzarte, en Zuberoa, éste no les debería impresionar...
En otra jornada pueden combinar el siguiente doblete: Valença do Minho y Viana do Castelo. La primera localidad cuenta con una fortaleza que tienen ahí al lado en la imagen, con vistas al río Miño, que separa Galicia de Portugal. Viana do Castelo, por su parte, tiene el santuario de Santa Luzia en lo alto de una colina y un puerto donde tomar después un buen pescado o marisco –apunten el Tasquinha da Praça para un homenaje–.
Por último, de vuelta a casa tienen la opción de conocer Amarante y Braganza. Amarante es fotogénico, especialmente cuando caminen junto al río Támega en el puente de São Gonçalo. Y Braganza, muy cerca ya de Zamora, es una joya medieval con su fortaleza amurallada, el castillo y pintorescas calles adoquinadas. A menos de una hora tienen Puebla de Sanabria, ya en España, donde conectar con la autopista de vuelta a casa. ¡Buen viaje!
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El mastodonte de Las Contiendas y las diferencias con un mamut
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.