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Estación Milano Centrale de Milán. B. A.
¿Cómo visitar el norte de Italia desde Milán sin ver Milán?

Viajes

¿Cómo visitar el norte de Italia desde Milán sin ver Milán?

Plantando el campamento base en la estación de tren Milano Centrale, cinco excursiones de un día para disfrutar de Italia y, de paso, de su fantástica red ferroviaria

Beñat Arnaiz

San Sebastián

Viernes, 1 de diciembre 2023, 15:04

Milán es la gran ciudad del norte de Italia, pero turísticamente tiene un debate entre los viajeros que dicen que merece mucho la pena y los que opinan que «se ve en un día» e incluso afirman que «te la puedes ahorrar». El Duomo, el castillo Sforzesco y su parque Sempione, las galerías Vittorio Emanuele II o un paseo por Navigli son suficientes motivos para hacer una parada en la capital de la moda.

Otro de los grandes atractivos de Milán es la cercanía que tiene con ciudades y pueblos cercanos, conectados excelentemente gracias a la espectacular estación Milano Centrale y la fantástica red ferroviaria con la que cuenta Italia. Maravillosa. Por eso, proponemos una guía diferente: cómo conocer el norte de Italia desde Milán sin necesidad de ver Milán. Plantando el campamento base en el barrio milanés de Centrale, con gran cantidad de hoteles a precios asumibles y a menos de cinco minutos andando de la estación de tren, ahí van varias propuestas de excursiones de un día desde la capital lombarda con destinos que están a una hora o poco más en tren.

Lago de Como

El clásico de los clásicos, el imprescindible de todas las guías de viaje. Los pueblos ubicados a la orilla del Lago Como forman un paisaje que, si coincide con buen tiempo, combina el colorido de las casas y palacios de cada localidad, el azul del agua y del cielo y las montañas de los Alpes que se pueden divisar a lo lejos.

El pueblo de Como está a 37 minutos en tren desde Milán y los billetes de cada trayecto para ir a la estación de San Giovanni cuestan 10,90 euros, por lo que la ida y vuelta supone 21,80 euros.

El plan principal en Como es el pasear por la orilla y visitar los diversos palacios, villas y jardines que se encuentran allí para después adentrarse en las calles del pueblo. Un sitio asiduo de los turistas es subir a Brunate en funicular, buena oportunidad si no hay tiempo suficiente para acudir a otras localidades. Sin embargo, si se dispone de todo el día, es mucho mejor plan subirse a un ferry y recorrer el lago deteniéndose y bajándose en otros puntos como Bellagio, una de las grandes joyas del Lago de Como.

Bérgamo

Bergamo no defrauda y su visita es imprescindible. Hay un tren directo desde Milano Centrale cada veinte-treinta minutos y la duración del trayecto, según el tren, va desde los 52 minutos hasta la una hora y diez, con precios muy económicos de 5,20 o 6 euros, por lo que la ida y vuelta no superará los doce euros.

Una vez que salgamos de la estación de tren tendremos en frente una larga avenida, la de Papa San Giovanni XXIII, y la Città Alta (Ciudad Alta) al fondo. La opción tradicional de alcanzarla es dándose un paseo de dos kilómetros, pero las alternativas de movilidad de hoy en día ofrecen la posibilidad de coger un patinete eléctrico de la marca Lime, comprar un abono de una hora por seis euros y subir a la Ciudad Alta por el carril bici que está junto a la carretera por la que, por ejemplo, Tadej Pogacar descendió en su camino a la meta del Giro de Lombardia.

Una vez llegados a la principal zona turística de la ciudad bergamesca, podemos seguir subiendo metros para alcanzar el Castillo de San Vigilio o callejear por la Ciudad Alta. ¿Opción gastronómica? Il Fornaio para comer raciones de pizza muy variadas en la calle y sentarnos en la Piazza Vecchia o el restaurante Mimmo. Para regresar a la estación de tren, qué mejor que hacerlo, andando esta vez sí, atravesando la Porta San Giacomo mientras comemos un helado.

Verona

Verona, en la provincia de Véneto y cerca del Lago di Garda, es otra de las ciudades que se debe visitar. Quizás en la segunda línea de lugares más turísticos del país, ofrece un casco histórico excelentemente conservado de la época romana, medieval y renacentista. El Arena de Verona es el principal atractivo, pero hay más.

Para ir desde Milán, el tren tarda una hora y trece minutos desde Milano Centrale, aunque en esta ocasión los billetes son algo más caros que los de Como y Bergamo. El de la ida asciende hasta los 20,90 euros y saliendo a las 8.45 de nuestro campamento base podemos estar a las diez en Verona, mientras que para la vuelta, por 9,90 euros, tenemos a las 21.02 el último tren.

De la estación Porta Nuova al Arena hay un kilómetro y medio, y a partir de ahí todo está concentrado en la misma zona, por lo que nos podemos dejar llevar paseando por las calles de Verona mientras disfrutamos de su atractivo en la casa de Julieta, la Piazza delle Erbe, Castelvecchio o subimos al castillo de San Pietro para presenciar desde lo alto de la ciudad el atardecer antes de volver a Milán.

Bernina Express

El Bernina Express y sus ventanas panorámicas.

En esta guía no solo ofrecemos destinos turísticos que recorrer a pie, sino también visitas en las que apenas nos va a hacer falta bajarnos del tren. Es el caso del Bernina Express, un tren turístico que con vistas panorámicas recorre las montañas de Suiza hasta incluso sobrepasar los 2.200 metros de altitud en alguna ruta. Y sin andar ni un kilómetro a pie.

Seguramente la mayor complicación está en aclararse en cómo funciona el tren, sus horarios, estaciones de salida y precios. Estando en Milán, la opción más factible es la de la ruta entre Tirano (Italia) y Sankt Moritz (Suiza), 61 kilómetros en tren que se completan en algo más de dos horas y media ida y otras tantas vuelta, aunque se puede llegar también hasta Chor doblando el tiempo de viaje e irse hasta las ocho horas en total.

Los precios no son como los del transporte a las ciudades que hemos mencionado, y aunque depende de la temporada, la ida de Tirano a Sankt Moritz está a 61 francos suizos (63 euros). Lo mismo para la vuelta.

El tren hasta Tirano desde Milano Centrale tarda dos horas y media y el billete cuesta 12,50 euros. ¿Para ahorrarse todo ese traslado? La empresa de guías turísticas Civitatis ofrece el traslado a Sankt Moritz en autobús, el viaje en tren a Tirano y la vuelta a Milán en autobús con guía incluido por 139 euros. Opción más cara pero también más cómoda.

Turín

Por último, un destino que no tiene mucha buena fama para ir de viaje: Turín. La capital del Piamonte arrastra su mochila de ciudad industrial, pero démosle una oportunidad. Las opciones para llegar a Torino varían desde los 63 minutos hasta la hora y 25 minutos, dependiendo del horario que elijamos para subirnos al tren desde Milano Centrale. Los precios se encuentran entre los 10,90 y los 12,90 euros, por lo que la ida y vuelta saldría en torno a los 25 euros.

Antigua capital de Italia y rodeada por los Alpes, tiene los motivos suficientes para sorprender y superar las expectativas. La estación ferroviaria Puorta Nuova está ubicada en el centro de la ciudad y a novecientos metros en línea recta nos encontraremos con el Museo Egipcio, el segundo más grande del mundo después del de El Cairo.

Las calles comerciales de Turín como via Roma, con sus soportales de mármol, son el principal trayecto de paseo hasta llegar a las plazas principales como las de San Carlo o Castello. Los cinéfilos cuentan con el Museo Nacional del Cine en Mole Antonelliana y los amantes del motor, el Museo Nacional del Automóvil, aunque este se encuentra más alejado del centro.

Por último, y para conseguir una fotografía como la que acompaña a estas líneas de Turín, podremos ver el atardecer en Monte dei Cappucini y, si tenemos suerte y toca día despejado, vislumbrar los alpes nevados actuando de fondo de la ciudad.

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