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Tulipanes en flor delante del molino de Keukenhof. Mikel Madinabeitia
Keukenhof, la explosión de los tulipanes
Viajes | Países Bajos

Keukenhof, la explosión de los tulipanes

El parque floral más grande del mundo está en pleno apogeo desde finales de marzo hasta mediados de mayo, cuando recibe a más de un millón de personas con una sonrisa en la boca

Mikel Madinabeitia

San Sebastián

Viernes, 19 de abril 2024, 09:55

Es Keukenhof. El mayor parque floral del mundo. Lleno de tulipanes. De miles de colores. El que está en Países Bajos. Apenas a 40 kilómetros de Ámsterdam. Y donde más de un millón de personas acuden cada año fieles a una de sus citas favoritas. Con la cámara en la mano. Y una sonrisa en la boca. Bienvenidos al paraíso. Bienvenidos a Keukenhof.

Fue mi compañera Ane Urdangarin la que me puso sobre la pista correcta hace algunos años. El entusiasmo que he percibido posteriormente a gente recién llegada de allí fue el último impulso para tomar la decisión. Y lo cierto es que si son amantes de la naturaleza, de los jardines, de los parques, de las flores, de las fotografías y de los paisajes, éste es un 'must'. Un lugar al que ir.

Lo único, es fundamental acertar con varios aspectos. El más importante, la época de la floración. Los tulipanes, también conocidos como hibiscos, florecen entre finales de marzo y mediados de mayo. Pero el apogeo, generalmente, suele ser en abril. Preferiblemente, la segunda quincena del cuarto mes del año. Hay que matizar que la mayoría son tulipanes, pero también hay orquídeas, narcisos y gladiolos que dibujan una impresionante paleta de colores.

Guía práctica

  • Dónde: Jardín botánico en Lisse, Países Bajos.

  • Cuándo ir: Desde finales de marzo hasta mediados de mayo.

  • Página web: keukenhof.nl/nl

  • Precio: 19,50 euros por adulto y 8 euros por el parking del vehículo o la moto (10 euros si es furgoneta camper)

Además, la meteorología es otro asunto de calado. Ya saben que la luz, siempre por detrás, es la mejor amiga del fotógrafo. Por lo tanto, el amanecer y el atardecer, las primeras y últimas horas del día, son los momentos más apropiados para captar la verdadera esencia de Keukenhof (literalmente, el jardín de la cocina). Y, claro, que el cielo esté despejado es de gran ayuda.

El tercer tema a cuidar es la cantidad de público. No es lo mismo estar con gente, con mucha gente o sin poder andar. Lógicamente, en los fines de semana el lugar está mucho más concurrido que entre semana. En la página web de Keukenhof pueden reservar sus entradas. Deben elegir el día en el que quieren realizar la visita y también su medio de locomoción, ya que las tarifas varían si van en coche particular, moto, furgoneta o transporte público. En función de las entradas vendidas, el parque colorea los días con diferente tonalidad para poder así identificar que el recinto se está llenando ('getting crowded'), está lleno ('crowded') o incluso si no quedan plazas libres ('sold out'). Nuestra visita fue un viernes 12 de abril a primera hora y lo cierto es que para las doce la afluencia ya era muy importante.

Variedad

El parque tiene 72 hectáreas y jardines de todo tipo. M.M.

Imán.

El entorno del molino es uno de los más fotogénicos. M.M.

Recuerdo

Los turistas inmortalizan los tulipanes en sus fotografías. M.M.

Lago

La mezcla del agua con el colorido floral siempre es una buena combinación. M.M.

Naturaleza

Ir a Keukenhof entre semana y a primera hora facilita visitar el parque con una mayor tranquilidad. M.M.

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El parque tiene una superficie de 32 hectáreas en las cuales discurren 15 kilómetros de senderos por las que pasear entre flores de todos los colores. La totalidad de la finca, incluido el castillo, cubre unas 250 hectáreas y cuenta con 16 edificios catalogados. Cada rincón del parque es único, saltando del estilo inglés al barroco y pasando por el francés. Junto a los cultivos de bulbo, también encontramos más de 2.500 árboles de más de un centenar de especies diferentes, todo tipo de plantas e incluso una colección de esculturas. Tienen también todos los servicios asegurados, por si se quieren quedar a comer o a cenar en las instalaciones. Este año, además, el parque está de enhorabuena porque cumple 75 años. Y este sábado lo celebran con su clásico desfile de carrozas llenas de bulbos de flores.

Las zonas rodeadas del lago y el molino son, seguramente, las más fotogénicas del parque. El agua siempre queda bien en la fotografía. Los colores, también. Y si la luz es nuestra amiga, todo está en armonía. En este reportaje pueden captar la esencia de Keukenhof. La luz. Y los colores. Lo que no se puede transmitir es el aroma. Que también es singular.

Keukenhof les espera. No se preocupen si este año ya no llegan. Allí estará en 2025 y en los años sucesivos. Esperando a cientos de miles de visitantes con cámara en mano y con una sonrisa en la boca. Deseosos de disfrutar con la naturaleza y millones de tulipanes coloreando el paisaje. Es Keukenhof. La explosión de los tulipanes.

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