Un hombre tranquilo para una nueva época

Javier de Andrés Guerra (Vitoria, 1967), presidente del Partido Popular en Álava, ex diputado general de la provincia, juntero y diputado autonómico pasará a ser el 1 de enero el delegado del Gobierno en el País Vasco. Sustituye a su compañero de partido Carlos Urquijo, uno de los rostros más duros del PP frente al nacionalismo.

De Andrés, periodista de formación y pariente de la primera santa vasca, Josefa Sancho Guerra, fundadora de las Siervas de Jesús y canonizada en el año 2000, pasa por ser un hombre tranquilo. Afable y enemigo de la discusión estéril. Algunos ven en él los talentos de su mentor, Ramón Rabanera. Otros, señalan su talante negociador, que al frente de la institución foral le llevó a constantes negociacines con los grupos de la oposición y que lograron desbloquear la aprobación de las cuentas con el apoyo de PNV.

Padre de tres hijos, el exdiputado general de Álava es el pequeño de ocho hermanos. Aunque uno de ellos, Juan Carlos, que también fue apoderado en Álava, le inculcó la pasión por la política, se fogueó en ella con Rabanera, para quien trabajó como jefe de prensa en su primer mandato.

Entre sus polémicas, las más recientes sucedieron durante la campaña contra la RGI acometida por el PP alavés. SOS Racismo Araba llegó a denunciarle en sede judicial por unas declaraciones. El caso quedó en nada. De Andrés también ha mantenido posiciones controvertidas respecto a la política lingüística. Un tema que conoce de primera mano. Su mujer, Loinaz, es profesora en una ikastola.