El PSE achaca a la «inexperiencia» las críticas del líder de sus juventudes a Sánchez

El líder juvenil considera que la suya es una opinión extendida entre la base de su partido que debe llevar a Moncloa a reflexionar antes de dar ciertos pasos. Por ejemplo, incluir a la izquierda abertzale en la ronda de contactos para recabar apoyos a los Presupuestos del Estado. El mensaje toma especial relevancia teniendo en cuenta que la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, se reúne durante los próximos días con una delegación de EH Bildu. La semana pasada ya lo hizo Pablo Iglesias.

Durante un acto celebrado en San Sebastián el domingo que contó con la participación de la vicelehendakari y secretaria general del PSE, Idoia Mendia, Víctor Trimiño se estrenó cargando contra la progresiva normalización de las relaciones que mantienen el Gobierno y el partido en el que milita con la izquierda abertzale. «Debemos estar enfrente de cualquier intento por normalizar o blanquear a una fuerza política que sigue siendo incapaz de condenar más de 850 asesinatos y que sigue ensalzando a los terroristas que los cometieron», afirmó el recién proclamado líder de las Juventudes del PSE. Pero fue todavía más lejos al avisar de que «ninguna necesidad aritmética justifica tratar como un partido más a quienes desde un punto de vista ético no lo son».

Trimiño, que también es concejal del PSE en el Ayuntamiento de Galdakao, se vio ayer superado por los acontecimientos y el impacto de sus declaraciones. Al ser consultado por este periódico a primera hora de la tarde, declinó dar explicaciones cuando horas antes sí que estaba dispuesto a ello.

Sí que ofreció explicaciones la ejecutiva del PSE, que considera una «novatada» lo ocurrido con el nuevo presidente de sus juventudes y que sus palabras no pueden interpretarse como la posición de la organización que representa. Fuentes socialistas reconocieron que en el seno de la formación existen «diferentes sensibilidades» a la hora de enfocar la relación con EH Bildu y que existe «un fondo común de sufrimiento compartido». Pero consideran que, a partir de ahí, «hay quien tiene más rencor y quien menos, y quien pasa página antes», y que lo importante a la hora de buscar pactos es «lo que se acuerda y no con quien».