Secciones
Servicios
Destacamos
El tirón de orejas de Eneko Andueza, líder del PSE, al lehendakari Imanol Pradales, ha desencadenado la primera crisis seria en las relaciones entre el ... PNV y los socialistas. El motivo no es otro que el Tren de Alta Velocidad y su conexión con Navarra. Los jeltzales consideran que el dirigente socialista se ha pasado de frenada en su dura crítica al afear al lehendakari haber roto, supuestamente, la neutralidad de un Ejecutivo de coalición por decantarse por la conexión por Ezkio-Itsaso antes de conocer los informes técnicos. Y el PSE ve inaceptable que Pradales se haya referido al asunto rescatando las alegaciones de 2018 -que se envuelven en la opción de Ezkio-Itsaso- en vez de esperar a lo que digan los estudios medioambientales en la sierra de Aralar.
La sangre no llegará al río pero demuestra un imprevisible choque en el seno de la coalición. y hasta qué punto la pretendida concordia vasca no es tan consistente como parece. De hecho, el retraso en el proyecto es una realidad que todos lamentamos aunque habrá que recordar también el papel distorsionador desempeñado por las amenazas de ETA a la hora de dilatar las obras. La Administración central tiene su responsabilidad. Pero los datos son los que son. El grueso de las licitaciones comenzó a activarse en la legislatura del lehendakari Patxi López y la última adjudicación del Gobierno central, la de la catenaria del trazado, acaba de materializarse. Y, sin embargo, los constantes retrasos en las obras ya forman parte del relato y son una fuente irreversible de críticas que eclipsan la otra cara.
El trasfondo político de esta riña en público no es del todo novedosa pero requiere una contextualización. Andueza se siente libre para marcar al lehendakari, algo que rompe el clima tranquilo de este Ejecutivo. Ahora se entiende de verdad su empeño en quedarse fuera del Govern. Al PNV le saca de quicio la andanada de Andueza. Pero los dos socios tienen motivos para cerrar cuanto antes este contencioso si no quieren que termine por contaminar el debate y salir perdiendo todos para regocijo de EH Bildu.
El 7 de mayo se reunirán Aitor Esteban y Eneko Andueza y allí se firmará la pipa de la paz. Pero algunos agravios que han aflorado dejan al descubierto que no es oro todo lo que reluce, que Ortuzar conocía perfectamente el paño de su adversario y aliado, y que estamos, simplemente, ante dos partidos distintos entre los que existe un ámbito de confianza, pero también de recelo. Y que Esteban necesita asentarse al frente del partido y tener que tener apaciguadas sus aguas internas. No olvidemos que la elección de Maribel Vaquero como portavoz del grupo jeltzale en Madrid responde, sobre todo, a los equilibrios territoriales y, sobre todo, busca satisfacer a los guipuzcoanos, que en su momento fueron determinantes para impedir que Ortuzar afrontara un cuarto mandato.
A la espera de la última palabra de los 'informes' sobre Aralar, el tren del enredo sigue dando vueltas y la búsqueda de enemigos externos sigue siendo la coartada más fácil para tapar las debilidades propias.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
No te pierdas...
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.