Arnaldo Otegi suele repetir que «el futuro no está escrito», pero se siente íntimamente convencido de que «si la Audiencia Nacional nos vuelve a juzgar por el caso Bateragune, nos va a condenar de nuevo». La posibilidad de un nuevo proceso refleja, a su juicio, ... una «contrarreforma» que puede llevarse por delante al propio Pedro Sánchez.
-¿Se esperaba la decisión del Supremo o ha sido una sorpresa?
-Nos la esperábamos en la medida en la que se han hecho cosas por primera vez con nosotros. En términos jurídicos, la legislación del Estado obliga a cumplir las sentencias del Tribunal de Estrasburgo y a ejecutarlas a través del recurso de revisión. En el recurso de revisión la fiscal no había pedido la repetición de la sentencia y se declaraba la nulidad de la misma. Por eso interpretamos la decisión en términos políticos. Han forzado otra vez su propia jurisprudencia para buscar un objetivo político, que es criminalizar a la dirección y al liderazgo de la izquierda independentista. Los magistrados españoles llevan mal que en Europa se les corrija, eso el nacionalismo español lo lleva muy incorporado. En segundo lugar, quieren criminalizar el liderazgo de la izquierda independentista y quieren desestabilizar la situación. Nuestra posición respecto al debate presupuestario y nuestra influencia humilde y modesta es algo que no pueden soportar. El Tribunal Constitucional acaba de decir que quemar banderas es un delito, el Supremo ha ordenado una investigación sobre la gestión de la crisis de la pandemia, es que la contrarreforma está en marcha...
-¿Una contrarreforma dirigida a tumbar al Gobierno de coalición?
-Entre otros objetivos, sí. Aquí se ha abierto de forma incipiente una expectativa democratizadora que no le gusta nada a la gente favorable al mantenimiento del régimen del 78. Hay un Gobierno que ha abierto una ventana de oportunidad que no le gusta a determinados poderes del régimen. Por eso hay una maniobra de desestabilización total de este Gobierno. Pero, a la vez, hay que ser muy exigente con este Ejecutivo. Ya no va a haber mucho más tiempo para especular. Porque si no, la alternativa es la contrarreforma, que ya está en marcha.
«La situación humana #de volver a sentarse en la Audiencia Nacional hace mella diez años después... Yo ya soy aitite»
-¿En dónde?
-Pues donde la pueden hacer. No la pueden hacer en el legislativo, pues la hacen atrincherados desde el poder judicial...
-Intuyo cierto tono crítico en su emplazamiento a Sánchez a que tome un camino...
-Pero no con respecto a este caso, sino en general. No es una crítica, es una exigencia. Sánchez está en un momento histórico en el que la derecha está en la contratrreforma. ¡Pero si se ve el tema en la renovación del Poder Judicial! Yo entiendo que haya sectores que digan que esto hay que hacerlo por consenso después de 40 años, pero esos sectores no acaban de entender que la derecha no está ahí, no está en el pacto. Frente a eso hay que tomar determinadas decisiones, te gusten o no, hay que reaccionar y no vale especular.
-¿Le ve pusilánime al presidente?
-No, no me atrevería a decir eso. Él es el presidente del Gobierno y tiene su responsabilidad. Me imagino que meditará las cosas en términos de responsabilidad histórica y política. Yo me atrevo a sugerirle un análisis de situación y creo que nos están conduciendo a un cruce en el que va a haber que decidir un rumbo claro. Y debe optar por hacer su camino de democratización real o la contrarreforma se lo va a llevar arrollado por delante. Con toda la paciencia y la tranquilidad del mundo, debe tomar decisiones.
-¿La estrategia de EH Bildu no va a cambiar a pesar de una repetición del juicio?
-Para nada. ¡Pero sí decimos que queremos parar la contrarreforma! Estamos ahí, hay que empezar a caminar porque, si no, no vamos a tener la oportunidad de ensanchar los escenarios democráticos. Esta es la 'exigencia'.
-El expresidente Zapatero ha dicho que usted trabajó por la paz en Euskadi en una entrevista al ser preguntado por la repetición del juicio. ¿Qué opina de su declaración?
-Se la agradezco mucho, es sincera. Y que un presidente del Gobierno diga que no se perdonaría mentir en este asunto demuestra valores humanos y políticos que para mí son de agradecer. Además, dice la verdad y dice algo evidente: si alguien sabe qué pasó es él, que era el presidente del Gobierno. Nos encontramos en una situación en la que si se repitiera el juicio, la Fiscalía defendería la tesis de que nosotros estábamos trabajando para reconstruir Batasuna al servicio de ETA y de la lucha armada, mientras el presidente del Gobierno en aquella época dice que estábamos en todo lo contrario, que es lo que defendimos en el juicio.
-Quizá sus abogados pueden pensar en pedir que Zapatero testifique en un nuevo juicio y dé su versión sobre lo que ocurrió...
-Podría ser, aunque creo que no le haríamos un gran favor al presidente Zapatero, pero sus declaraciones son elocuentes.
«Si vamos a juicio, podríamos llamar al presidente Zapatero para que diera su versión sobre lo que ocurrió»
-Pero lo paradójico es que cuando se produjo el juicio y la condena por el caso Bateragune, él era el presidente del Gobierno.
-Sí, es cierto. Pero fue una situación un poco enrevesada. Se produjo la ruptura de la tregua, la situación era un poco tensa, el propio juez instructor que abrió el sumario y que nos metió en la cárcel dice que no tiene ni pies ni cabeza que se repita el juicio. Y en más de una ocasión ha dicho que no tenía ningún sentido que siguiéramos en la cárcel. Baltasar Garzón sabe cuál fue el motivo de la operación. Es más, algún día debería explayarse en relación con este tema y explicarnos cuáles fueron los informes que recibió, por qué se opuso a la detención unos días antes, por qué presionaron determinados sectores policiales para que entrara en la sede de LAB... Es que aquello fue todo un montaje evidente. Se basó sobre informes falseados de las fuerzas de seguridad que le hicieron llegar para que practicara la operación. Entonces había un objetivo claro: que no consiguiéramos que la lucha armada desapareciera de la ecuación política porque había muchos intereses para que continuara. Ya está, y esto hay que decirlo así. Y nos sacaron de la circulación para esto. Diez años después, nos quieren volver a sacar de la circulación política porque no les gusta nada lo que está pasando.
-¿Pero quién está detrás de ese 'montaje'?
-La misma gente. El 'Estado profundo', que a veces está instalado transparentemente en estructuras de gobierno y en instituciones supuestamente democráticas. Entonces había un Estado que no tenía ningún interés en que desapareciera la lucha armada de ETA porque sacaba réditos electorales y económicos. Ahora el interés es que no pueden tolerar que la izquierda independentista crezca cada vez más y sea determinante no solo en el País Vasco sino incluso en el Estado. Y creen que eso hay que cortarlo ya.
-Cuando usted se reunió con Zapatero, ¿habló con él de su juicio por el caso Bateragune?
-No, pero espero que algún día lo podamos hacer. Entonces hubo un interés cruzado y creo que no se sabe del todo toda la verdad. En aquel momento estábamos en el cambio estratégico en la izquierda abertzale. Lo sabían, y me consta que Rubalcaba lo sabía. Decía que teníamos que elegir entre bombas y votos, y cuando elegimos votos nos metió en la cárcel. Ellos eran muy conscientes de lo que estaba haciendo la izquierda abertzale. A nosotros nos detienen cuando estábamos operando ese cambio de estrategia. Diez años después nos quieren volver a enjuciar y a condenar, porque estoy seguro de que si hay juicio hay condena, porque somos determinantes en la vida política, incluso en la del Estado, y porque necesitan hacer creer que ellos llevaban razón cuando nos condenaron. Pero es que los hechos han demostrado diez años después que la tesis que era cierta en aquel juicio era la nuestra. No me atrevo a decir cuál va a ser el papelón de la Fiscalía para decir que nosotros estábamos trabajando en aquel momento para que continuara la violencia armada de ETA.
La 'doctrina Otegi'
-Decía el otro día también que este anuncio del Supremo va dirigido a Cataluña.
-Sí, para que el independentismo pierda toda esperanza en el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo. Es que la 'doctrina Otegi' debería estudiarse en las facultades de Derecho del Estado español. Sí, aquella que pasa por que las cosas siempre se producen con nosotros por primera vez.
-¿Le ha visto solidario al PNV?
-Lo curioso es que el presidente Zapatero ha salido y no sé si el lehendakari ha dicho algo.
-Ha dicho que espera que un nuevo juicio se quede en nada...
-Yo también. Pero es la expresión de un deseo. El nivel de persecución es tal que merecería otra reflexión política. Pero se lo agradezco y le digo: no se ha hecho todo esto para que quede en nada. En todo caso, me conformo con que nadie vuelva a decir que vamos a hacer victimismo con el tema. Además del lado político, está el lado humano. Somos militantes políticos y sabemos a qué nos exponemos, pero nuestras familias ya están otra vez en una situación de tensión, ya se esperan cualquier cosa... Además, las cosas han cambiado mucho, yo ya soy aitite, Arkaitz tiene el segundo crío en marzo, Rafa es también aitite, Sonia ha tenido su tercer hijo. La situación humana de sentarse en el banquillo también hace mella y me limito a decir que hay concentraciones en todos los pueblos y el PNV no ha llamado a acudir. El lehendakari Ibarretxe sí se ha puesto en contacto conmigo y me ha demostrado su solidaridad.
«El independentismo en Cataluña va a volver a sacar la mayoría absoluta a pesar de su lucha por la hegemonía»
-Su sintonía con ERC es evidente, ¿han influido mucho en empujarles al 'sí' a los Presupuestos?
-Hemos contribuido en la medida en la que tenemos un acuerdo estratégico. El 'sí' que lanzamos públicamente con bastantes días de antelación influyó e hizo más cómodo el 'sí' a ERC. Quien hace posible el 'sí' a los Presupuestos somos los 18 de la suma entre ERC y EH Bildu. Y no lo digo para meterme con el PNV.
-¿Con qué futuro Gobierno catalán se sentiría más cómodo?
-El independentismo catalán volverá a tener la mayoría absoluta a pesar de sus contradicciones y de su lucha por la hegemonía. Habrá un gobierno independentista. A nosotros nos gustaría un gobierno de amplio espectro que fuera autodeterminista, que planteara la consulta pactada y que haga frente a los problemas urgentes. Hasta donde yo sé, ERC no va a hacer un gobierno con el PSC y los Comunes. Eso seguro.
-¿Y un bipartito de ERC con los Comunes?
-ERC intentará un gobierno lo más amplio posible con JxCat y las CUP, si quieren; y con los Comunes, si quieren. Pero lo tienen que decidir ellos.
«El Supremo viene a por nosotros ahora, pero el siguiente será Pablo Iglesias»
«Tengo una conversación pendiente con Pablo Iglesias». Arnaldo Otegi extrema la cautela cuando se refiere al vicepresidemte segundo, con el que mantiene una fluida relación.
-¿Ha hablado con Pablo Iglesias después de conocer el anuncio del Supremo?
-Pues no, no lo he hecho, y tengo una conversación pendiente con él de este tema. Porque, como le he solido comentar con frecuencia, esto es un poco como lo de Bertold Bretch cuando escribió aquello de que «primero vinieron a por los comunistas pero no dije nada porque no era comunista...». Ahora vienen a por nosotros pero después irán a por Pablo Iglesias. Y es que eso de abrir una investigación por la pandemia apunta maneras de que la operación está en marcha.
-¿Le molestó que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, aconsejara su relevo al frente de EH Bildu?
-Eso forma parte de la operación. Yo ahora podría hacer una tesis. Marlaska sugiere que me retire y acto seguido hay una decisión del Supremo que tiene la intención de retirarme. La que elige al coordinador general de EH Bildu es la militancia de EH Bildu. Algo debemos de estar haciendo muy bien para que quieran quitarnos de la circulación.
-¿Ha hablado de todo esto con Jesús Eguiguren?
-Le llamé pero no me cogió el teléfono porque habitualmente no responde al móvil. Sé que está enfadado y hace una lectura muy crítica. Está como la mayoría del país: indignado, y solidario. La gente pensaba que era un capítulo cerrado. Es más, muchos pensaban que nos tenían que indemnizar por habernos tenido en la cárcel, y se encuentran con que nos quieren repetir el juicio. Es así de esperpéntico.