El Ayuntamiento repondrá las placas por las víctimas de ETA en Donostia tras el tercer ataque

Las placas en memoria de las víctimas de ETA, colocadas en San Sebastián el pasado 23 de marzo, aparecieron ayer, por tercera vez, dañadas. Se trata de un nuevo ataque violento a estos memoriales que honran la memoria de Juan María Araluce, el entonces presidente de la Diputación de Gipuzkoa, su chófer José María Elicegi Díez, y los escoltas Antonio Palomo Pérez, Luis Francisco Sanz Flores y Alfredo García González, asesinados por ETA el 4 octubre de 1976. Los cinco memoriales, de 25 por 25 centímetros, se encuentran ubicados a la altura del número 9 de la Avenida de la Libertad de la capital guipuzcoana, el mismo lugar donde tuvo lugar el atentado. 

En esta ocasión, las placas han aparecido con los cinco nombres de las víctimas rayados, mientras que en las otras dos ocasiones, ocurridas los pasados 9 y 22 de agosto, fueron rociadas con pintura negra, llegando a quedar completamente tapadas en el segundo ataque. Tras los sabotajes anteriores el Ayuntamiento procedió a su inmediata limpieza, quedando visibles en su estado original.

El alcalde ha recordado que esta es la tercera vez que se agrede las placas conmemorativas, que al ser un elemento memorial tienen un significado «de dignificación de las víctimas», y ha añadido que se encuentra abierta una investigación para tratar de determinar la autoría de estos hechos y ponerlos en conocimiento de la autoridad judicial por si pudieran ser constitutivos de un delito.

Por su parte, la presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Maite Araluce, cuyo padre es una de las personas asesinadas por ETA a la que se recuerda en una de las placas que han sido objeto del tercer ataque, ha asegurado que este nuevo sabotaje le produce, sobre todo, «mucha tristeza». «Me da mucha pena que siga existiendo tanto odio de una parte de la sociedad vasca hacia unas víctimas del terrorismo. Además, no entiendo ese dolor añadido», ha asegurado Araluce. También ha mostrado su preocupación por el futuro que tiene la instalación del resto de memoriales que el Ayuntamiento se comprometió a colocar. «Si las primeras placas las van a tener que cambiar, no sé qué va a ocurrir cuando todavía faltan muchas más placas por colocar».

Los memoriales, diseñados por una empresa de Tolosa, son metálicos y están preparados con una pátina antideslizante. En ellos se puede leer el nombre y dos apellidos de la víctima, la fecha del atentado y el grupo responsable del asesinato, que en este caso, llevan la inscripción, en euskera y castellano, «ETAren biktima-Víctima de ETA».

El Ayuntamiento donostiarra se comprometió a colocar estos memoriales, en recuerdo de las víctimas que figuran en el documento 'Retratos Municipales de las vulneraciones del derecho a la vida en el caso vasco. Donostia 1960-2010' que suma 107 asesinados por ETA, en su mayoría, y por los Comandos Autónomos Anticapitalistas, cuatro por los GAL y la ultraderecha, once de violencia policial y seis cuya autoría no se ha aclarado.