EH Bildu presiona a PNV y PSE para acordar la reforma fiscal

EH Bildu tiene la pretensión de que se visualice que es una pieza clave en la negociación, a pesar de que es un ejercicio bien complicado que requiere casi la cuadratura del círculo. La izquierda independentista tiene algo claro: Lo que se vaya a acordar, si al final prospera, no supone un mero retoque retórico. Pide abordar determinados cambios de calado. Algo que hace difícil el acuerdo, aunque no imposible.

La escenificación más notoria de este pulso va a tener lugar mañana en San Sebastián. EH Bildu ha convocado a varios alcaldes para denunciar lo que entiende que va a suponer una bajada en la recaudación de las haciendas forales y sus efectos en determinadas políticas públicas. La alcaldesa de Azpeitia, Nagore Alkorta, ejercerá de portavoz.

Esta imagen encierra su relevancia política porque el plazo para presentar enmiendas a la proposición de norma foral pactada por PNV y PSE termina este jueves, después de haberse ampliado unos días, precisamente, para intentar buscar la implicación de la izquierda independentista en un acuerdo en Gipuzkoa. El mismo acuerdo debería darse en las Juntas Generales de Álava. En ambos territorios, el pacto tiene que salir o con el respaldo de EH Bildu o de Elkarrekin Podemos, una vez ha quedado claro que el PSE excluye por completo apoyarse en el PP para sacar adelante el reajuste.

En Bizkaia, el plazo para la presentación de enmiendas se ha ampliado hasta el 12 de marzo si bien en este territorio teóricamente no haría falta un tercer socio ya que el Ejecutivo foral integrado por PNV y PSE tiene mayoría absoluta.

La 'fumata blanca' es bien complicada porque ni PNV ni PSE parecen dispuestos a modificaciones de calado a la proposición no de norma. Pello Otxandiano, en su momento, abrió el debate de la fiscalidad al proponer una superación de las actuales haciendas forales en beneficio de una hacienda vasca.