La carta de despedida de Josu Mendicute: «Creer»

«Quienes ejercemos cargos públicos tenemos, además de la obligación de dar lo mejor por la sociedad a la que debemos servir, la enorme responsabilidad de recuperar la confianza de la gente. De decir la verdad, y de dar veracidad a nuestras palabras a través de nuestros actos. Es habitual que no nos crean lo que decimos. A veces, tampoco podemos hacer todo lo que creemos que debiéramos. Pero sí es imprescindible creer siempre en lo que hacemos. En mi trayectoria he sido partícipe de acuerdos y debates, de asuntos poco trascendentales y de otros de gran calado para el futuro de la ciudad. En todos ellos, me he guiado por la palabra dada, y por la comunión entre mis convicciones y las posiciones del Partido Nacionalista Vasco, del que he sido, con mucho orgullo, portavoz desde 2015. Siempre he creído que no debía vivir de la política, sino para la política. Algo que sólo es posible cuando crees firmemente en lo que defiendes. Me siento orgulloso de haber sido representante del pueblo creyendo en todo lo que he defendido. No se puede transmitir credibilidad cuando no se cree en algo. Por eso, mi mejor aportación a la credibilidad de la política es apartarme del cargo público en el que estoy. Se cierra una etapa, y se abre una nueva que no me corresponde liderar. Dejo el acta de concejal con muchas tareas pendientes. Pido perdón por ello. También pido perdón a quienes consideran que mi obligación era acabar el mandato, pero no me siento capacitado para ello. 

Eibar tiene que reinventarse, debe volver a ser motor económico generador de riqueza, porque sólo quien genera riqueza puede repartirla. Debe convertirse en núcleo urbano más atractivo para emprender, para crecer, para vivir. Me he esforzado humildemente en ello, poniendo sobre la mesa proyectos transformadores, abriendo nuevos debates, con aciertos y errores, y con muchos menos logros de los que habría querido, pero sin faltar nunca a la Palabra dada. Me voy agradecido por esta oportunidad de soñar con una Eibar mejor y de luchar para conseguirla. No dejaré de hacerlo desde otros ámbitos, porque siempre he dicho que construir la ciudad es una tarea colectiva. Es un compromiso al que no renunciaré jamás, el mismo compromiso me llevó al Ayuntamiento, y ese mismo que me hace ahora salir.

Son enormes los retos de futuro que tiene esta ciudad, y sólo podremos hacerles frente si escapamos del cortoplacismo asfixiante que impera actualmente en el debate político. «Un árbol de gran copa y pocas raíces es derribado por la primera ráfaga de viento, en tanto que un árbol con muchas raíces y poca copa a duras penas deja circular la savia. Raíces y copa han de tener la misma medida» (Susana Tamaro, Donde el corazón te lleve). Si las ramas son lo que exponemos, las raíces son eso en lo que creemos. Deseo suerte y éxito a quienes van a emprender esta nueva etapa, que sus ramas florezcan, y que no dejen de creer en lo que hacen. Eibar lo merece.

*Portavoz de EAJ-PNV en Eibar 2015-2024»