Casanova lamenta que el PNV haya «castigado al rincón» a EH Bildu en el plan anticrisis

El tono ha sido más sosegado, pero el PNV y EH Bildu mantienen las espadas en alto un día después del bronco debate que protagonizaron en el Parlamento Vasco, cuando se presuponía un mínimo acuerdo entre los dos principales partidos para pactar un plan anticrisis destinado a paliar los efectos socioeconómicos de la guerra. Más aún después del clima de entendimiento que han exhibido recientemente en Educación.

El paquete de 198 millones de euros expuesto por el lehendakari salió finalmente adelante gracias a la mayoría absoluta que ostentan PNV y PSE, socios del Gobierno Vasco, que a su vez lograron encauzar una decena de iniciativas de Elkarrekin Podemos y otras tantas de PP+Cs. La negociación con EH Bildu, sin embargo, saltó por los aires en un giro inesperado de los acontecimientos después de que Iker Casanova, parlamentario de la coalición soberanista, empleara un duro tono contra Iñigo Urkullu, con «faltas de respeto», según censuraron los jeltzales, que no estaban dispuestos a dejar pasar. Entre otras críticas, Casanova tildó a Urkullu de «paracaidista» y le acusó de emplear un discurso que es «la falacia del hombre de paja». La consecuencia: un 'no' rotundo de jeltzales y socialistas a todas las propuestas de resolución que registró EH Bildu en la Cámara autonómica.

Este sábado, ha sido el propio Casanova quien ha lamentado que el PNV mandara ayer «castigado al rincón» a EH Bildu. «En política se pueden hacer críticas duras y se puede chocar, lo que no se puede es insultar o mentir. Y es mentira que no se llegara a ningún acuerdo con EH Bildu», ha manifestado el dirigente independentista después de que el PNV haya defendido todo lo contrario, que fue precisamente EH Bildu quien no buscó alcanzar ningún pacto con los nacionalistas.

«Con Bildu llegamos a los mismos acuerdos que con Vox: cero», ha asegurado en la misma tertulia radiofónica Aitor Urrutia, parlamentario del PNV. Según EH Bildu, sin embargo, ambas formaciones tenían ya apalabradas tres transaccionales: para apoyar el traspaso de Migración, para diseñar ayudas a empresas que necesiten el uso intensivo del gas y para activar programas a empresas afectadas por la invasión Rusa en Ucrania. «Con EH Bildu se llegaron a una serie de acuerdos, lo que pasa es que el PNV los anuló porque no les gustó el discurso crítico que se hizo», ha replicado Casanova, mientras que Urrutia, por su parte, ha reclamado a la coalición soberanista -sin mencionar a la entente directamente- «autocrítica» por su actitud.

Fuera como fuese, lo cierto es que se ha producido un enconamiento de dos posturas enfrentadas que aún está por ver si afectará, o no, a lo que resta de legislatura. «A la ciudadanía le da igual esa confrontación, sino las medidas que se van a adoptar», ha opinado por su parte Ekain Rico, parlamentario del PSE, quien ha censurado a EH Bildu por las críticas vertidas contra el lehendakari: «A nadie le puede extrañar que un gobierno gobierne, es una crítica absurda. La ciudadanía lo que quiere son gobiernos que tomen decisiones».

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